Hay muchas cosas que han dejado de ser
noticia aunque nunca hayan ocupado la primera planta de los medios de
comunicación del sitema.
Una, entre tantas, es que la clase
obrera y los trabajadores en general han entrado en ofensiva en la
recuperación de lo arrebatado por la burguesía y su gobierno en el
terreno económico y político produciendo un descalabro en las filas del
poder.
Los contundentes golpes de los
trabajadores en los extensos últimos conflictos donde la clase obrera ha
declarado, en los hechos, su profunda voluntad y decisión de no aceptar
más las condiciones de vida impuestas por el régimen hoy se manifiestan
en los ya 10 días de lucha de los obreros y el pueblo de Yrigoyen
contra la impunidad, el oprobio, la miseria y explotación impuestos por
la “moderna versión” de los Patrón Costas, la
transnacional norteamericana Agroindustrial Seaboard Corporation (El
Tabacal).
Los ya cotidianos fracasos de la
política de engaño y garrotes hacen que monopolios y gobierno
travestidos con su mejor “disfraz de cordero” reculen frente a esta
ofensiva. Es tanto así, que la burguesía acorralada por la
disponibilidad a la lucha de los trabajadores petroleros y el terror al
fantasma de la ira petrolera en el golfo de San Jorge, la última semana
los 28.000 trabajadores del petróleo de Neuquén, Río Negro y La Pampa
conquistaron el 34% de aumento de salario que sumado al ya logrado 23%
de principios de año suma el 55% neto sepultando definitivamente el
pretendido 18%.
Retroceden, y no hay que dejarlos
respirar ni acomodarse, es tiempo de sostener la iniciativa en la lucha y
extender y profundizar las organizaciones políticas obreras y
populares. Este es nuestro camino para terminar con la ignominia
capitalista.
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