viernes, 31 de agosto de 2012

Algo “curioso”, que pasó casi inadvertido

31/08/2012
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Grandes acontecimientos de la lucha de clases comienzan a ser parte del escenario cotidiano.
Por estas horas, el frigorífico Santa Elena está tomado por sus obreros por falta de pago y amenaza de cierre. Ayer, 60 detenidos en la Panamericana, miles de obreros y vecinos en las calles en defensa de los 57 trabajadores despedidos, conflictos de importancia nacional como el de los petroleros, pesqueros y tantos otros.
La conflictividad está dada y habrá que ir a nuestra historia, para ver que pasó cuando esto sucede.
El gobierno de los monopolios no puede ocultar el sol con una mano. Cada medida que toma, (y es propio de que así sea o que al menos lo intente) choca con la imposibilidad que le opone el escenario antes mencionado.
En el día de ayer sucedió algo “curioso”, que pasó casi inadvertido, pero que contiene una problemática política que puede ir expandiéndose. El mismísimo secretario de seguridad, Sergio Berni, estuvo en el operativo represivo de la Panamericana; es decir, la conflictividad exige disparar con munición gruesa, no sólo un despliegue majestuoso de gendarmes y carros hidrantes, sino y sobre todo, exponer a un secretario de seguridad -un puesto eminentemente político- en lo que “parecía” un corte cotidiano, de los tantos que se producen en el país.
Por arriba se inventan debates, que incluso reflejan un agudizamiento de la crisis política en que están embretados. Resulta que los “problemas” de los argentinos son la re-reelección de Kristina, la pelea entre De La Sota y el gobierno nacional, que si una, dos o tres CGT, etc.
Pero los verdaderos problemas van en aumento: la inflación, el bajo salario, la presión fiscal al trabajo, las condiciones de trabajo inhumanas, el no pago del salario familiar, los medios de transporte en colapso generalizado, la inseguridad de la población, en fin, la caldera está sometida a presión y el gobierno se hace el distraído, pero está obligado a sacrificar su impronta repugnante de “Nacional y Popular”. Usted, señor secretario de seguridad, es un nuevo cartucho que se dispara al vacío. Un costo político que seguirán pagando y que nuestro pueblo movilizado se los hará sentir.

La desconfianza y el rechazo al orden burgués, se extienden y agudizan


La rica historia de lucha de nuestra clase obrera tiene elementos muy profundos que la caracterizan: cada vez que el enfrentamiento con su enemigo de clase -la burguesía- va adquiriendo una intensidad superior, confrontando con el orden institucional, con su aparato de dominación y sojuzgamiento, promovió desde su seno una camada de revolucionarios que se pusieron al frente de esa lucha, para darle un curso definido y planificado.
La necesidad de una organización que dirija la lucha de todo el pueblo hacia la revolución socialista ha estado en la mira de nuestra clase obrera desde su mismo nacimiento.
Cada avance de los trabajadores trajo consigo un llamado a la lucha de todo el pueblo, atando su propio destino al destino común y colectivo. La búsqueda de la unidad popular, ha sido y es una característica a lo largo de toda su historia.
La necesidad de ampliar, desarrollar y fortalecer el partido revolucionario, cala en su conciencia, y el llamado a la unidad más amplia, es un signo de la clase obrera argentina. Ese su capital más importante, por el valor que adquiere para una estrategia de poder.
El creciente y ofensivo enfrentamiento masivo y protagónico del conjunto de las masas populares, pone el acento en construir una organización revolucionaria, formando parte de la experiencia proletaria, y constituyéndose en el pilar donde afirmarnos hoy, hacia los futuros acontecimientos.
La desconfianza y el rechazo al orden burgués se extienden y agudizan.
Desde la lucha autoconvocada, ese enorme tesoro que como pueblo tenemos en nuestras manos, se garantiza que las luchas no sean cooptadas, que no queden atrapadas en las redes de la institucionalidad, que no sean entregadas ni negociadas en la farsa democratista de la mugre burguesa.
Millones de argentinos en movimiento a lo largo de todo el país, fuerzas motrices del cambio revolucionario que nuestro país requiere, para que el fruto del trabajo de todos deje de quedar en  los bolsillos de una ínfima minoría parasitaria.
Un océano de fuerzas lanzadas a la acción, donde hoy se está decidiendo el curso de los acontecimientos, en donde se dirime la dirección política de los próximos combates y el futuro de todo el movimiento.
El Partido y la estrategia revolucionaria se consolidarán y desarrollarán desde esa experiencia, poniendo el debate del poder a partir de su propio ejercicio; en la misma dinámica de acción y lucha, al calor del enfrentamiento, convocando a nuevos y superiores objetivos, involucrando a todos en una lucha general, profunda y generalizada.
Mantener en alto las banderas que han jalonado las luchas del proletariado en nuestro país, con miles de ejemplos que nos enorgullecen, anclados en valores y tradiciones que no sólo nos mantienen firmes y de pie, sino que son los que abren las puertas a la expectativa y el protagonismo revolucionario que laten en nuestro pueblo.
Desde una firme y decidida dirección, fortaleceremos y edificaremos desde cada lucha,  como clase y como pueblo, la dignidad que nos merecemos.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Sin ningún tipo de escrúpulos


Sin ningún tipo de escrúpulos, gobierno, sindicalistas y empresarios, anunciaron el acuerdo por un salario mínimo de $2.875.
Teniendo en cuenta, que los trabajadores que cobran el salario mínimo, recién en febrero del 2013 llegarán a ese monto, y que el aumento que va de $2300 a $2875, es en cuotas, esto significa, que para ellos, según los valores calculados, con este acuerdo quienes ganan por arriba de esta cifra no son pobres. Tanto los medios masivos de comunicación oficialistas como los que no lo son, mas allá de los puntos de vista que dan sobre este aumento, todos esconden donde está la verdadera esencia de la definición del salario mínimo.
Por un lado es importante tener en cuenta que existen actualmente un porcentaje muy alto de trabajadores formalmente en blanco y trabajadores en negro, que cobran estos salarios aberrantes. Pero también hay que destacar que la imposición de un salario mínimo de estas características, intenta condicionar todos los niveles salariales de los trabajadores, teniendo en cuenta que el salario promedio en la argentina es de $4.000. Ya que de esta manera pretenden chantajear a la clase obrera, porque si un obrero que cobra por arriba del salario mínimo ya no es pobre, por lo tanto un obrero que gana $5.000 ó $7.000 estarían muy bien pagos. Y ni hablar de los obreros que ganan entre $10.000 y $15.000, prácticamente estarían pasando a una categoría de “trabajadores ricos”. Es por eso que es muy común escuchar las voces del gobierno decir, que los trabajadores de tales o cuales gremios no se pueden quejar porque ganan 10.000 pesos o más, mientras que otros ganan mucho menos.
Decimos estas cosas, para dar un ejemplo de cómo la burguesía pretende burdamente desorientar y confundir sobre el problema del salario. Y en este mismo sentido, pretenden darle legitimidad al mal llamado impuesto a las ganancias ya que, según el gobierno “los trabajadores que más cobran deben ser solidarios con los que menos cobran”.
Es por eso que en definitiva el acuerdo del salario mínimo, es una política determinada por la oligarquía financiera contra toda la clase obrera. Porque por más que en las principales industrias paguen salarios por arriba del mínimo, el objetivo de fondo está puesto en ponerle un techo a la masa salarial que se paga a toda la clase obrera.
La única realidad es que la tremenda inflación creciente en estos últimos meses, que va de la mano de un dólar ya instalado a 6 pesos, provocando objetivamente un nuevo arrebato al poder adquisitivo del salario real en la Argentina, es el anuncio de la profundización de los niveles de empobrecimiento, que la oligarquía financiera y su gobierno, planean aplicar a la clase obrera y al pueblo en general en nuestro país.

Ascenso sostenido de la lucha de los trabajadores y aumento de la crisis política


Una muestra más de la combatividad y disposición de lucha del proletariado internacional se está produciendo en Italia. Mineros de la empresa Carbosulcis, en la isla de Cerdeña, se han encerrado a unos 400 metros de profundidad con 350 kilos de explosivos, en contra del posible cierre de la explotación. Al igual que en España, los mineros exigen al gobierno italiano la garantía de un fondo de 200 millones de euros para evitar la pérdida de sus puestos de trabajo, en medio de la cada vez más angustiante situación que se vive en aquel país, producto de los recortes y de las medidas que se vienen aplicando para afrontar la crisis capitalista que arrecia por el mundo.
"Estamos preparados para permanecer aquí hasta que tengamos una respuesta del Gobierno que asegure el futuro de la mina. Nos quedaremos indefinidamente", explicó Sandro Mereu, uno de los mineros encerrados.
La acción de los mineros italianos pone nuevamente blanco sobre negro que la clase obrera, a nivel mundial, ha decidido hacer oír su grito de dignidad, y su decisión de no pagar una crisis que no le es propia. En el marco de la crisis mundial del capitalismo, las medidas que la oligarquía financiera internacional necesita aplicar para salvar su sistema (sea con el cierre de empresas o con la política de achatar salarios) terminan condicionadas por la acción de las masas obreras, tal como ocurrió la semana anterior en Sudáfrica, a pesar de los 34 obreros muertos por la brutal represión o como en nuestro país, en la provincia de Salta, donde los despidos primero, y la represión después, no lograron quebrar la protesta. En ambos casos los reclamos y las huelgas continúan adelante con más determinación que cuando se iniciaron.
La lucha de clases mundial está mostrando que la burguesía, a pesar de tomar iniciativas contra las fuerzas del trabajo, no las tiene todas consigo; la época que se está viviendo es de un ascenso sostenido de los trabajadores y un aumento de la crisis política que ha llegado para quedarse, impotente la burguesía por sortearla y retomar las riendas de la situación.
El cuestionamiento y rechazo de la clase obrera comienza a abrir una nueva etapa del enfrentamiento clasista en el mundo.

lunes, 27 de agosto de 2012

Reculan, Sancho, señal que ladramos…

27/08/2012
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(modificación de la célebre frase de El Quijote de La Mancha – de Miguel de Cervantes Saavedra)
Hay muchas cosas que han dejado de ser noticia aunque nunca hayan ocupado la primera planta de los medios de comunicación del sitema.
Una, entre tantas, es que la clase obrera y los trabajadores en general han entrado en ofensiva en la recuperación de lo arrebatado por la burguesía y su gobierno en el terreno económico y  político produciendo un descalabro en las filas del poder.
Los contundentes golpes de los trabajadores en los extensos últimos conflictos donde la clase obrera ha declarado, en los hechos, su profunda voluntad y decisión de no aceptar más las condiciones de vida impuestas por el régimen hoy se manifiestan en los ya 10 días de lucha de los obreros y el pueblo de Yrigoyen contra la impunidad, el oprobio, la miseria y explotación impuestos por la “moderna versión” de los Patrón Costas, la transnacional norteamericana Agroindustrial  Seaboard Corporation (El Tabacal).
Los ya cotidianos fracasos de la política de engaño y garrotes hacen que monopolios y gobierno travestidos con su mejor “disfraz de cordero” reculen frente a esta ofensiva.  Es tanto así, que la burguesía acorralada por la disponibilidad a la lucha de los trabajadores petroleros y el terror al fantasma de la ira petrolera en el golfo de San Jorge, la última semana los 28.000 trabajadores del petróleo de Neuquén, Río Negro y La Pampa conquistaron el 34% de aumento de salario que sumado al ya logrado 23% de principios de año suma el 55% neto sepultando definitivamente el pretendido 18%.
Retroceden, y no hay que dejarlos respirar ni acomodarse, es tiempo de sostener la iniciativa en la lucha y extender y profundizar las organizaciones políticas obreras y populares. Este es nuestro camino para terminar con la ignominia capitalista.

Salta, URGENTE: 40 heridos y una clase obrera y un pueblo, firmes en la lucha por sus reclamos y su dignidad

26/08/2012
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Los trabajadores del Ingenio El Tabacal Agroindustria de la empresa multinacional norteamericana SEABOARD CORPORATION, y el pueblo de Yrigoyen, Salta, cortando la Ruta 50, en la puerta de dicho ingenio, se enfrentaron a la represión de la infantería que, a pesar de los 40 heridos, no pudieron desactivar el corte que aún permanece. Lejos de amedrentarlos, los trabajadores y el pueblo se sienten triunfadores y fortalecidos, despertando la simpatía y solidaridad de comunidades colindantes, como Orán y Colonia Santa Rosa, como así también de trabajadores en la Capital de Salta.
Al tiempo que el gobernador Urtubey le echaba la culpa a la intransigencia del pueblo que estaba cortando la ruta, el ministro Loutaif negaba y se preguntaba “quién había ordenado la represión”. No se haga problema, Sr. Ministro; nosotros se lo informamos: acá manda la Corporation, muy por arriba de ustedes; son dueños de los jueces, la policía, de usted, ministro, y de usted, gobernador. Fue la empresa la que ordenó la represión.
Pero esto recién empieza. La situación comenzó de menor a mayor, y las ganancias queman, y no hay mucho tiempo que perder. Primero fueron cuatro horas de paro por turno adentro de la planta, que a la empresa le resultó intolerable, y apeló a un lock out patronal, presumiendo que los trabajadores no tenían dignidad, con el objetivo de amedrentar y de dividir. Como no le alcanzó, le mandó el telegrama de despido a 300 trabajadores. Estos cortaron la Ruta Nacional 50, a la altura del ingreso a la planta; la empresa mandó la represión, y también fracasó. Es de destacar que comenzó a retroceder, planteando la reincorporación de todos los trabajadores, menos de 17 que para la empresa son no negociables, y para los trabajadores tampoco; siendo la reincorporación de los 17 compañeros, la demanda que destrabe la situación violenta para volver al punto del reclamo salarial.
Los medios de la burguesía (nacionales y locales) lo único que hacen aparte de mentir es tratar de ensuciar a los trabajadores, diciendo que estaban armados y con drogas. Tratan de justificar en todo momento la represión y minimizan la cantidad de heridos, diciendo que eran 10, cuando en realidad son 40, y entre ellos niños.
Pero no hacen mella en la voluntad de lucha de los trabajadores y sus familias.
Ya llevan 9 días en el corte. En estos momentos, de un lado, cortando la ruta, siguen firmes los trabajadores y el pueblo; y del otro lado, no tiene mejor ocurrencia el poder que aglomerar más y más tropas de infantería para intentar un nuevo ataque para el desalojo de la ruta. Pero esto no va a ser fácil porque todos los pobladores de Salta están indignados con la actitud de la empresa, con la represión y la connivencia de los políticos gobernantes (estos lo único que hacen, con vano afán, es tirar nafta al fuego).
Esta situación se da en el marco de un reclamo salarial donde los trabajadores ven día a día cómo se les deprime sus ingresos producto del aumento de los precios generado por multinacionales como ésta, con el único objetivo de achicar los salarios.
Este es un momento histórico de nuestro país donde la irrupción de la clase obrera a nivel nacional en la escena de la lucha y la política, pone de relieve y en blanco sobre negro lo que se está viviendo y lo que se viene en el actual proceso de la lucha de clases.
En El Tabacal ¡¡¡se lucha por nuestra dignidad!!! La revolución está en marcha.

TRELEW: un grito de lucha y rebelión


25/08/2012
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Esta semana se cumplieron 40 años de uno de los momentos más dolorosos para el pueblo argentino. El 22 de agosto de 1972 eran asesinados 16 luchadores populares, 16 combatientes, en la base naval Almirante Zar, en la ciudad de Trelew, Río Negro. De allí en más, su solo nombre conmovería la fibra más intima de nuestro pueblo: Héroes de Trelew, fueron llamados, y ese nombre se convirtió en un grito de lucha y rebelión.
La dictadura de Lanusse, en su vetiginosa caída, acosada por un estado de lucha y movilizacion creciente, creyó que con la matanza escarmentaría al pueblo y su vanguardia. Ocurrió todo lo contrario. Los fusilamientos despertaron aún más la bronca contenida, y nuevos sectores se lanzaron a las calles.
A 40 años, aquellos compañeros volvieron a ser recordados de diversas formas; hubo recordaciones oficiales, queriendo adueñarse y disvirtuar ese compromiso, presentándolos sólo como una lucha “por la democracia”; hubo recordaciones de los que han abandonado las banderas, recordándolos como “el sueño perdido”, la melancolía de algo que pudo haber sido y no fue; pero hubo y hay también otras, las más importantes, y destacadas, aunque ellas no ocupen espacios en los medios y pasen casi sin pena ni gloria para para la iconografía superestructural. Es el homenaje que le rinde nuestro pueblo en cada fábrica, en cada escuela, en cada barrio, levantando los viejos y nuevos anhelos de justicia y libertad, los anhelos de Revolución y Socialismo, por los que esos compañeros entregaron sus vidas, esos anhelos que hoy están más vivos que nunca.

Córdoba: los trabajadores rechazan el ajuste


24/08/2012
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La ley aprobada el miércoles, por la que se estableció que los jubilados del sector público de la provincia recibirán con un retraso de seis meses el proporcional a la mejora salarial que se otorgue a los trabajadores del sector que se encuentren en actividad, provocó una movilización de fuerte rechazo a la medida.
Tres de los gremios estatales decretaron un paro por 24 horas sin asistencia a los lugares de trabajo desde las 0 de hoy.
Para la foto están el Gobernador De La Sota, Mauricio Macri y toda la batería oficialista de los K. Sus contradicciones salen a la luz, sus intereses se enfrentan, pero en hechos como los de aye,r comienza a comprenderse el verdadero sentir del pueblo y sus verdaderas aspiraciones.
Veredas opuestas entre las politiquerías de los instrumentos de los monopolios y los trabajadores. El miércoles fue votada una ley, entre gallos y medianoche y el jueves la movilización que dice NO, es decir, se abre un conflicto de magnitud que probablemente se extienda a otras provincias.
Por éstas horas los maestros están realizando asambleas en las escuelas debatiendo los caminos a seguir, se movilizan para liberar a los tres detenidos y se ha creado un estado de movilización  en momentos en que la burguesía se sacaba una “foto” de proyección nacional para crear una “expectativa” política electoral.
Que sepan éstos señores que los problemas entre ellos, los diferentes monopolios en disputa, los deberán resolver entre ustedes y en realidad ¡están en problemas!; pero lo cierto es que nuestro pueblo va encontrando los caminos para resolver sus propios problemas, el escenario elegido es la lucha y los objetivos indican ir por más.

¿Le darías las llaves de tu casa al comisario de tu barrio para que te proteja?


24/08/2012
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  • ¿Le darías las llaves de tu casa al comisario de tu barrio para que te proteja?
  • ¿Esperás del parlamento y de todos los políticos que cumplan lo que prometen antes del acto electoral?
  • ¿La corrupción en la justicia en general y de los jueces en particular, alguna vez se combatió?
  • ¿Esperás de Monsanto, Cargil, Ford, La Serenísima, Coca Cola, y otros monopolios, que protejan al Hombre y al medio ambiente?
  • ¿Creés que los bancos con sus préstamos te solucionan algún problema o te hunden de por vida a una vida indigna?
  • ¿Le interesa al poder el sistema educativo o lo considera un arma de sometimiento en lo ideológico?
Estas y otras preguntas tienen un solo denominador, no creemos en nada de lo que nos viene de arriba. No importa que a veces nos sintamos obligados a ser parte de una u otra cosa, pero no creemos en nada y cuando decimos esto claramente decimos que no creemos en las instituciones del Estado. Son infinitos hechos y expresiones que así lo demuestran, pero a diferencia de otras épocas esa desconfianza extendida a millones de compatriotas provoca una constante desazón en el poder. Todo está cuestionado y no tienen el consenso necesario para gobernar a sus anchas. En estas desconfianzas al sistema aparecen nuevos horizontes, aparece la confianza en el compañero de trabajo, en el vecino, en el amigo, en el familiar en quienes nos rodean, en los que a diario luchan por la vida por defender los intereses más nobles, se multiplican las confianzas en nuestros pares, en quienes conocemos, en los verdaderos afectados y víctimas, es decir las grandes mayorías. ¿Cómo se expresa ésta confianza? No pasa un día que una lucha no tenga el sello autoconvocado, no importa las formas que adopte, incluso con “carcazas” viejas, pero lo que importa es lo nuevo, la confianza en nuestras propias fuerzas. Estas autoconvocatorias que respetan la verdadera democracia, que se expresan en asambleas populares, que distinguen a sus propios y confiables dirigentes son las instituciones de lo nuevo que se viene, el peso de su existir radica en su masividad, se rompen todas las barreras de división que impone el poder. La lucha, la movilización, la masividad, la unidad del sentimiento por lo que se está conquistando están muy por encima de viejas rencillas políticas que solo conviene al poder establecido y que nadie confía ni quiere.
Mucho se está haciendo por unir esas expresiones e instituciones que el pueblo está dando desde la lucha, pero hace falta insistir en la idea que una Revolución basada en esa experiencia de millones y de muchísimos años será la columna vertebral del poder del nuevo Estado Revolucionario.
Desde ésta mirada alentadora entendemos, entonces sí, que la Revolución está en marcha!!

jueves, 23 de agosto de 2012

¿Cuál es la verdad sobre el impuesto "a las ganancias" a nuestros salarios?

VOLANTE NACIONAL
http://prtarg.com.ar/wp-content/uploads/2012/08/Volante-Agosto-2012.pdf

La propaganda de los monopolios es el derroche de nuestro trabajo


Los monopolios tienen la necesidad de exponer sus productos en todos los medios masivos de comunicación. No alcanza con una propaganda ingeniosa e imaginativa si no es acompañada por un bombardeo constante en televisión, Internet, radio, diarios, revistas, carteles en todas las autopistas, calles y avenidas, en los colectivos y trenes, en las camisetas deportivas; en absolutamente todo lo que nos rodea hallamos la tiranía de las grandes multinacionales que hacen jugosos negocios convirtiendo al ser humano en un objeto. Uno que trabaja para ellos, luego se dirige al supermercado a llenar su changuito (cada vez menos) con los productos que ellos venden y finalmente se recuesta cansado en su casa a consumir…
Esta es la ruinosa rutina que afecta a toda la humanidad y que desde el marxismo definimos científicamente como dictadura del capital…
¿Por qué así, si desde niños nos han enseñado que la libertad individual es la base de “nuestra justa sociedad”, ya que “todos tenemos las mismas posibilidades”? Pues, no es así.

LA LIBERTAD CAPITALISTA ES EL DESPOJO DE LOS TRABAJADORES

La libertad que el capitalismo reivindica está basada en el despojo masivo de los productores de mercancías de los medios necesarios para producir. Es decir, que un obrero no tiene ninguna opción más que ofrecerse a sí mismo como una propiedad a disposición del capitalista, dueño de todos los medios de producción y que no necesita trabajar pues obtiene su ganancia del esfuerzo ajeno. La contradicción principal de esta sociedad es que quien sacrifica toda su vida por hacer un mejor producto se empobrece cada día más y quien no hace nada de su vida se vuelve cada vez más rico, desperdiciando la riqueza generada por toda la sociedad en sus gustos y caprichos.
La clase obrera organizada y decidida a recuperar lo que le corresponde, es el terror que acecha a la burguesía en todos los rincones del mundo. EL TRABAJO es algo que no conocen, les enloquece siquiera imaginar la posibilidad de tener que trabajar.

LA PROPAGANDA DE LOS MONOPOLIOS Y LA COMPETENCIA

Para brindar otra demostración más de la imposibilidad de la competencia que tanto promociona el sistema, en una economía que concentra todas las riquezas y medios de producción en una ínfima y decreciente cantidad de firmas, tomemos como ejemplo la propaganda.
Para tener siquiera una oportunidad de vender su producto en el mercado interno, una pequeña o mediana empresa (PYME) debería competir con una multinacional que realiza una propaganda masiva de millones de pesos diarios, con todos los medios a su disposición. Con la ventaja de poder bajar los precios como quiera, incluso a costo de pérdidas, si se trata de quebrar a la competencia. Pues sabe que los recuperará inmediatamente, absorbiendo la demanda del mercado y a la pequeña empresa. Entonces es que nos sorprenden con increíbles ofertas de una semana o un día en tal supermercado, con tal tarjeta de crédito de aquel banco, imposibles de superar. No hay competencia posible para los capitales pequeños contra los grandes.

LA TELEVISIÓN, UN VEHÍCULO A TODOS LOS HOGARES

En el canal más visto de la televisión argentina se llega a cobrar 7.000 pesos el segundo de transmisión de la propaganda. Si cada una de éstas promedia 30 segundos, estamos hablando de unos 210.000 pesos por cada propaganda. Esto es lo que abona una empresa cuando decide invertir en la televisión para multiplicar el consumo de su producto, por cada propaganda que emite en el día. Si cada empresa monopólica emite su propaganda entre 15 y 20 veces al día esta “invirtiendo” unos $ 4.200.000 en sólo uno de los canales de aire. Multiplicando una suma promedio de $ 3.000.000 para los 5 canales de aire, por día cada empresa monopólica invierte la “módica” suma de 15.000.000 de pesos, sólo en propaganda tradicional en la televisión (hay otros tipos de publicidad).
Ahora pasemos examen a los canales, cuánto es que facturan luego de la “batalla” que se libró en torno a la ley de medios. Si cada corte dura alrededor de diez minutos, por lo tanto cada corte en la televisión se factura $ 4.200.000. Si en cada día que transmite la televisión hay en promedio unos 10 cortes de transmisión hablamos de $ 42.000.000.
A esta suma no olvidemos agregar toda la publicidad no tradicional que se emite en el interior de las novelas y programas en vivo. En definitiva, un multimedio como el grupo Clarín o Telefónica no dejan de facturar entre 70.000.000 y 100.000.000 de pesos al día en su canal de aire. ¿Podemos imaginar cuanto facturan si sumamos la totalidad de los medios que dirigen? Seguramente una cifra monstruosa.
La pregunta que surge a cualquier trabajador es: ¿de dónde sale tal cantidad de dinero para derrochar en propaganda tan innecesaria?
Los monopolios la extraen del trabajo diario de cientos de millones de proletarios en todo el mundo, pues lo único que crea valor es nuestro trabajo.
Los monopolios dilapidan las riquezas que producimos todos nosotros en la farsa que ellos llaman competencia. Este derroche de capital ficticio que los capitalistas llaman inversión multimillonaria no contempla ninguna de las necesidades de toda la sociedad.
El hambre, la desocupación, las enfermedades y la exclusión de millones de personas no les importa en lo más mínimo. Es por eso que la única salida posible a la dictadura de la burguesía imperialista es la Revolución socialista.

miércoles, 22 de agosto de 2012

La Revolución contra el posibilismo

Cuando cae la dictadura militar argentina en 1983, el pueblo sintió y vivió como un triunfo propio el haber derrotado a los militares. Muestra de ello es que los años posteriores se sucedieron impresionantes movilizaciones de masas para hacer valer los derechos políticos, sociales y económicos que la democracia burguesa amenazaba a cada momento con querer cercenar. Sin embargo, los ideólogos burgueses machacaron con la tesis de que la caída de la dictadura fascista había sido producto de los propios errores de la misma, y no de la movilización y la lucha obrera y popular. Por aquellas épocas, los mismos ideólogos, con la ayuda interesada de muchos “ex revolucionarios”, levantaron la teoría del posibilismo; esta hacía su acento en que lo alcanzado era lo posible y mejor no agitar olas, no fuera cosa que perdiéramos lo poco que logramos por quererlo todo. De esta manera, la legitimidad de la democracia burguesa no podía ser cuestionada, se agitaban los fantasmas golpistas, se decía que más no se podía pretender.
Después de la crisis de 2001, la burguesía monopolista, condicionada por la agitación de masas, debió acomodar sus políticas a las exigencias de cambio que el pueblo movilizado exigía, con un margen de maniobra acotado por la lucha de clases. Ese espíritu combativo y de lucha de nuestro pueblo no fue frenado; por el contario, se fue ganando en confianza y las demandas fueron generando conquistas que hoy se pretenden presentar como beneficios que la clase dominante nos ha otorgado. Acto seguido, se nos vuelve a presentar el dilema: todavía falta, pero hay que cuidar lo que se consiguió porque puede venir la “derecha” y sacarnos todo.
Con otro vestuario, el posibilismo vuelve a entrar en escena. Esta receta está en el ADN de la ideología burguesa; por un lado, negando el papel determinante que juega la lucha de clases para que, en una u otra etapa del proceso, las demandas y conquistas populares sean posibles de ser realizadas. Y por otro lado, intentando sembrar el temor y, lo peor, que si este gobierno fracasa sería porque los reclamos de las masas sobrepasan los “límites” y terminan haciendole  el juego a la “derecha”.
Tanto en los 80 como ahora, el carácter burgués de la dominación se debe dejar de lado. Tanto en aquellas épocas, como en la actual, se subestima la capacidad y la experiencia de nuestro pueblo en su búsqueda de los caminos para su emancipación.
Hoy que atravesamos una ofensiva de masas, en una etapa inicial, cuando la actividad política del pueblo se acrecienta y cada vez más rompe los moldes de la institucionalidad de la burguesía, ésta intenta desarmarnos políticamente en un vano intento por desviar la lucha del camino revolucionario.
Ellos apostarán a fondo en esta jugada para enfrentar como clase a la clase antagónica que comienza a ponerse de pie. De la misma forma, los destacamentos revolucionarios no debemos dudar un solo instante en esta lucha ideológica y política. Hacer conciente al movimiento del verdadero nivel que va alcanzando la lucha y de la necesidad de presentar una batalla sin concesiones contra la burguesía monopolista es tarea indelegable de estos destacamentos. La crisis del capitalismo es estructural y ellos querrán levantar alternativas para salvar su sistema, recurriendo a lo que mejor saben hacer que es mentir y atacar a las fuerzas de la revolución. Por el contrario, la política revolucionaria debe mostrarse con toda la verdad con la que cuenta, aportando a dar solución definitiva  los problemas que el sistema capitalista genera y no es capaz de solucionar.

martes, 21 de agosto de 2012

¡¡Ningún impuesto al salario!!

El gobierno de Cristina Kirchner ha dejado entrever que está estudiando un aumento del mínimo no imponible para el impuesto al salario (llamado impuesto a las ganancias).
El mismo pasaría de $ 5.782 a $ 7.998 para solteros, y de $ 7.227 a $ 9.997 para casados.
El viejo refrán dice que “cuando el río suena es que agua trae”.
La movida del gobierno no es casual, y menos cuando el mencionado impuesto pretende perpetuarse y generalizarse a todos los trabajadores.
Es que es tanto el malestar en los trabajadores que comienza a hacerse insoportable ante los sensibles oídos de la oligarquía financiera y su gobierno que se ven obligados a dar pasos hacia atrás.
Pretenden con esto, desactivar demandas populares sin tocar a fondo sus márgenes de ganancias. Pero eso es imposible. Los capitalistas pretenden que el pueblo no se rebele y a la vez mantener sus ganancias. Y eso es imposible. En ello radica lo absurdo del sistema capitalista. Si el pueblo conquista, su calidad de vida crece y las ganancias de ellos se achican.
La inflación, precios altos y sueldos bajos, la inseguridad, la salud, la educación, la falta de vivienda, las jubilaciones miserables, el acoso impositivo, el acoso financiero, y otras medidas que el capitalismo toma para sostener su tasa de ganancia, no se resuelven con este tipo de medidas que pretenden curar el cáncer con una aspirina.
La contienda entre las clases está in crescendo y los trabajadores y el pueblo no están dispuestos a mermar sus reclamos y luchas por conquistar una vida digna.
En tal caso, toda medida, aunque tibia y que por tal no resuelve el problema de fondo, lo único que logra es el efecto contrario al que pretende la burguesía de atenuar la presión.
En una situación de ofensiva de masas, como la que vivimos actualmente, lo que se le arranca al gobierno, se toma como nuevo piso para mayores reclamos y nuevas luchas. Son, en vez de válvulas que suavizan la presión contra la política que implementan la oligarquía financiera y su gobierno, un nuevo empuje para ir por más.
Nada de impuesto al salario. Vamos por su derogación lisa y llana.
Debemos multiplicar las movilizaciones y reclamos que se están llevando a cabo en todo el país contra el impuesto al salario. Debemos agrandar y extender la unidad lograda en el plano nacional y local. Ni un respiro a los monopolios y su gobierno.
Porque los objetivos de las luchas de trabajadores y pueblo en general es la conquista de una vida digna que el sistema capitalista nunca le proporcionará. Y luchando y conquistando reivindicamos nuestra dignidad.

lunes, 20 de agosto de 2012

Inquietarse y ocuparse por la Revolución

En momentos como la actual situación que atraviesa la lucha de clases, donde las masas obreras y trabajadoras comienzan una nueva fase en la sostenida lucha contra el capital y van adquiriendo altos niveles de confrontación con las políticas de la clase dominante, es la hora en que los revolucionarios, más que nunca, deben inquietarse y ocuparse por la revolución.
Esto es así porque debido a que el movimiento de las masas trabajadoras y el pueblo, conforme avanza la madurez en la compresión de las causas de su defraudada y malograda vida, produce un fenómeno donde la permanente interacción y realimentación de las luchas, va adquiriendo un volumen y una dinámica propia y autónoma, y cuando las masas llegan a este punto no necesitan apadrinamiento sino quién piense en la revolución y los pasos a dar en ese camino.
Sin ninguna duda este proceso abre la posibilidad de que la lucha dé, cómo resultado que  cualquier conflicto, por más pequeño que fuese, puede dar lugar a una explosión social  de derivaciones imprevisibles en la lucha de clases.
Pero la revuelta no es la revolución. La revolución  se organiza, se le da un cuerpo lleno de espíritu rebelde y unidad. Y es producto de la actividad de los hombres y mujeres de masas que conscientes de la etapa que se vive emprenden la pertinente tarea de construir las herramientas que les permitan expresas todo su poder.
Será únicamente por el convencimiento y el trabajo incesante de las masas revolucionarias y que a punta de lucha y movilización logre cristalizar este objetivo.
Llenar de razones y unidad política a la organización para la producción impuesta por la oligarquía financiera, es el camino, porque es desde allí donde la clase obrera es la rectora de la sociedad, como lo ha sido siempre en el trajinar de la historia y desde donde lo será guiando las acciones del pueblo.
Hoy hay sólo un trabajo revolucionario para estar a la altura de esta encrucijada de la lucha de clases y es avanzar en el desarrollo de las cosas y esforzarse por acelerar los acontecimientos. Nos encontramos frente a la emergencia donde la unidad no puede esperar si queremos, que las grandes luchas y movilizaciones que se avecinan, acumulen para la revolución.

Obreros de “El Tabacal” van por un 48% de aumento salarial

Los trabajadores del Ingenio El Tabacal Agroindustria en Salta salieron a dar pelea por un aumento salarial del 48%, llevando a cabo paros de 4 hs. por turno con el personal en planta; lo cual, este súper monopolio (que describiremos más adelante) no lo quiere tolerar, y con todo el Estado a su servicio salió a plantear que la permanencia en planta durante una huelga es ilegal e implica una falta grave que la penalizarán con despidos.
Sumado a la medida de los trabajadores, y tras “fracasar” la conciliación obligatoria, la empresa “suspendió” las operaciones de electricidad, molienda, fabricación, destilación de alcohol y generación de energía eléctrica, hasta tanto no se “normalice” la situación; para lo cual, en el afán de dividir a la clase obrera, dejó cesante a todos los contratados y sacó a relucir una demanda penal de un hecho sucedido el año pasado contra los delegados (la lógica penalización de la protesta).
Pero la clase obrera azucarera, lejos de amedrentarse, subió la apuesta cortando la ruta 50 a la altura del ingreso a la planta; medida que fue atacada por gendarmería y personal de la policía provincial. El saldo de este enfrentamiento, un policía herido, según la prensa burguesa. Por supuesto, que la orden que había dado Cristina, que la gendarmería no iba a participar más en los conflictos provinciales, fue una bravuconada que aquí demuestra que no se la pudieron bancar.
Este conflicto llevado a cabo por los trabajadores es un reclamo justo que está acorde con los aumentos de precios que nos fijan los monopolios cotidianamente, en una escalada inflacionaria en la cual el pueblo argentino no tiene ninguna responsabilidad.
A  pesar de ello quieren criminalizar la lucha, una empresa que tiene a la justicia, las fuerzas represivas, los gobiernos y políticos, la prensa, a su servicio; y que estaba hasta ahora acostumbrada a actuar con impunidad, creyéndose, no sólo la propietaria de toda la región, sino la dueña del propio destino de la clase obrera y el pueblo.
Pero más interesante se presenta el cuadro cuando describimos qué es y quién es el INGENIO EL TABACAL AGROINDUSTRIA: su fundador y antiguo dueño era nada más y nada menos que el tristemente célebre Patrón Costa. Pero en 1996 la adquirió la empresa norteamericana SEABOARD CORPORATION, monopolio mundial del azúcar y sus derivados; empresa “sumamente apegada a la ley” que desmontó y expulsó a la comunidad guaraní en la zona conocida como La Loma, en Salta (a pesar que existía desde el ’90 una resolución judicial que prohibía el desmonte y declaraba esa región como territorio de la comunidad guaraní). Esta empresa ahora se hace la pulcra apegada a la ley burguesa.
Pero profundicemos un poquito más. Este monopolio con datos que son públicos, tan sólo en el 2009 produjo en El Tabacal las siguientes cifras relevantes:
  • Producción de azúcar: 235 mil toneladas
  • Producción de alcohol: 18 millones de litros
  • Producción de bioetanol: 20 millones de litros
  • Producción de energía eléctrica: 12,5 MW
Y así caminó a sus anchas. Pero lo que no interpretó este monopolio es que la lucha de clases se está recalentando y que la clase obrera argentina comenzó a dar lo mejor de sus tradiciones de lucha en todo el país, y que los obreros de El Tabacal están a la altura de esta nueva situación. La lucha de los trabajadores de El Tabacal es la lucha de todos los trabajadores argentinos.

Masacre a obreros mineros en huelga en Sudáfrica


Los videos que publicamos al final de la nota hablan por sí mismo, aunque por todos los medios masivos de comunicación, tanto locales como internacionales, de una manera u otra, intenten justificar tal masacre, la única realidad es que nuevamente la oligarquía financiera desata todo su odio contra la clase obrera cuando lucha por sus reclamos.
El jueves de la semana pasada, en Sudáfrica, la burguesía minera, más el gobierno de ese país y las fuerzas represivas del Estado, han sido responsables del fusilamiento de 36 trabajadores mineros, en medio de una huelga llevada a cabo por mas de 3 mil trabajadores que reclamaban mejores condiciones salariales y de trabajo, a la empresa minera Lonmin.
Esta empresa de capitales británicos, explota una de las principales minas de platino en el mundo ubicada en Marikana a 100km de Johannesburgo, ubicándose como la tercera empresa mundial de producción de platino. La extracción de esta mineral tiene como destino fundamental la producción de catalizadores y caños de escape, para la industria automotriz en el mundo.
La empresa Lonmin informaba este jueves, previo a la masacre, que la huelga  que produjo pérdidas de seis días de producción, son equivalentes a 15.000 onzas de platino, y de esta manera, pone en peligro el cumplimiento de sus objetivos anuales de producción, fijados en 750.000 onzas al año.
Y contradictoriamente mientras la minera patalea por una pérdida de sus millonarias ganancias, los obreros plantaron la huelga reclamando que sus salarios no les permitían ni siquiera mandar a sus hijos a la escuela, expuestos a condiciones deplorables de trabajo, y obligados a vivir en chozas y casas precarias sin agua, en las inmediaciones de la mina.
Luego de que la empresa anunciara sus pérdidas de producción y las señales de desplome de sus acciones en la bolsa, y ante la negativa de entregarles el aumento salarial a los obreros, decidieron arremeter de la forma más sangrienta contra la huelga que, además de los 36 muertos, produjo 78 heridos, muchos de gravedad, y  más de 250 detenidos.
Aunque ahora se tiren la pelota entre ellos para ver quién dio la orden de los fusilamientos, la responsabilidad es de la clase dueña del poder del Estado, que es la oligarquía financiera, en este caso la empresa minera Lonmin, que le dio la orden al gobierno y a las fuerzas represivas de defender sus intereses a sangre y fuego. El miedo de los ejecutores de la orden, da cuenta de la impotencia e imposibilidad de frenar con masacres como estas el empuje y la decisión de la clase obrera y los pueblos sojuzgados decididos a dar término a las terribles condiciones de vida a las que estamos expuestos por este sistema opresor.

Problemas del proceso revolucionario – La oligarquía financiera y su gobierno tienen muchos problemas

Por momentos daría la impresión que las fuerzas políticas en pugna hacen todo lo posible para agregar más confusión al proceso de luchas que estamos viviendo. A decir verdad ellos, los de arriba, tienen una crisis política estructural, mientras que el pueblo con su movilización agudiza sus contradicciones.
Las grandes mayorías no están en “búsqueda” de soluciones al sistema, por el contrario las grandes mayorías se las exigen con la lucha.
Es muy feo para nuestros oídos escuchar a sendos dirigentes de todo tipo queriendo encontrar remedios al zafarrancho que provoca el sistema de dominación, aparecen consejeros, críticos, analistas, sobre todo “progres” que se retuercen en sus colchones buscando respuestas en su   defensa . Opinólogos que con aires de suficiencia advierten “por dónde ir”.
Del lado de la revolución debemos seguir en la búsqueda de los caminos más cortos y más sólidos de la unidad de todo el pueblo. Ese es el fundamental y verdadero problema de las mayorías aunque mucho ya se está haciendo por profundizar el rumbo que nuestro pueblo va encontrando.
La sociedad humana está unida por infinitos lazos, y es la producción la que motoriza ese intrincado proceso en nuestro país. Desde allí está partiendo la esencia de  un orden industrial que lleva más de un siglo. Este orden (capitalista) al que hacemos referencia, necesita de una amplia socialización para producir para que, a la vez, la apropiación de esa riqueza generada pase a cada vez menos manos. Esta es una contradicción insalvable del capitalismo y es la base de la lucha de clases. Pero sigamos con lo nuestro. Hay en el pueblo, una base material y una idea generalizada de organización, no hay cuestiones de un andamiaje social que no cuente con una idea básica de organización. Hay países en donde existe un capitalismo desarrollado pero tardío, en donde el peso cultural feudal o campesino le da otra impronta, ni mejor ni peor. En nuestro caso, es un orden industrial que interviene en todas las facetas de la sociedad.
Contamos con esa base material para la unidad política revolucionaria, contamos con un grado de conciencia de lo que no se quiere, de una disciplina, se va extendiendo la idea del proyecto revolucionario, de la posibilidad cierta de la revolución, pero venimos  atrás en la unidad política. En el proceso de las luchas, de la movilización y conquistas aún la acumulación política revolucionaria y específicamente en organización y unidad estamos un paso atrás del que deberíamos estar. Contamos siempre que las acciones están por delante del afianzamiento de las fuerzas que se van acumulando, eso es muy cierto, pero estamos hablando que estamos detrás de ello. Es en este sentido que afirmamos que la predisposición a la lucha, la metodología y la organización autoconvocada son las vías masivas que está encontrando nuestro pueblo para exteriorizar su propuesta, que con su accionar de hecho es revolucionaria, pero aún ese gran torrente no está unido, el aislamiento aún sigue reinando. En cada lucha planteada el paso necesario es buscar la unidad en todos los planos, no son tareas aisladas ni ordenadas, es una idea de unidad global. Unidad en donde estamos trabajando, unidad en donde estamos viviendo, unidad en donde estamos estudiando, unidad autoconvocada por los reclamos políticos. Esas son las fuerzas en marcha de la revolución. La burguesía alienta la unidad de los de arriba, de las instituciones políticas de ellos, a creer en ellos a que le tengamos expectativas y son figuritas repetidas que no nos representan en nada.
La unidad autoconvocada, es decir por fuera de toda esa basura institucional, que está siendo masiva, que en realidad es la predisposición inmediata de toda lucha, son nuestras instituciones presentes y futuras, son las instituciones que ya están teniendo el poder de agudizarles sus crisis políticas de dominación. Esas experiencias hay que jerarquizarlas, darle la impronta política de lo que nuestro pueblo ya hace por sí solo.
El paso a dar es unir esas luchas,  a lo que está alrededor de nuestro enfrentamiento, generalizar la unidad de lo que por la base ya está unido.  A esta situación la llamamos acumular toda lucha en un proyecto político revolucionario, que cada enfrentamiento siga sumando fuerzas, acumulación y organización política autoconvocada. Sobre esa base impulsar la unidad desde la lucha autoconvocada nacionalmente recorriendo el camino de lo pequeño a lo grande y de lo débil a lo fuerte.

Inflación: otro enfoque

Hay una sensación que suena conocida. La inflación, que tritura el salario, condiciona la vida de todo el pueblo. La burguesía trata la inflación desde sus intereses, hay ganadores y hay perdedores. En esas disputas todas las estadísticas son mentirosas. Las oficialistas y las no oficialistas. La inflación que afecta al salario es la que nos preocupa a nosotros.
Enfocar el problema desde la vida misma es nuestra inquietud, va más allá incluso de la resultante fundamental que es bajar el salario.
Los argentinos hemos vivido la inflación y la hiperinflación. La vida cotidiana de hoy va expresando de una u otra forma que la plata que tenemos en el bolsillo se quema. Cuando esto comienza a ganar terreno en cada hogar asalariado comienza también el desconcierto, la inquietud, el no saber dónde estamos parados.
Entre las cuatros paredes se debate que la plata no alcanza para el consumo básico y alimentario, los compromisos adquiridos en meses anteriores con créditos racionalmente adquiridos para resolver problemas básicos de la vida no pueden cubrirse. En esas cuatros paredes del hogar se generan los ecos que rápidamente llegan a los centros de trabajo, está pasando en estos días que ese descontento, el mal humor, ganan terreno y ese terreno es ganado con expresiones de bronca muchas veces y en otras de lucha, de reclamo.
Hay un agravamiento de las condiciones de vida que se acelera, que mientras estamos escribiendo esta nota la plata se sigue quemando y eso no se puede tapar con medios de información controlados desde los intereses monopolistas de todo tipo.
Agravamiento en las condiciones de vida porque la inflación carcome no sólo al asalariado, come a todo el pueblo trabajador, a la clase media la empuja a la miseria, le come los talones, lo que se permitía en épocas de calma hoy lo pierde todo. No hablamos del ahorro como vulgarmente se subestima a todo el pueblo, estamos hablando que se está experimentando silenciosamente un proceso de concentración y arrojando al vacío a millones de argentinos.
El Rodrigazo en la década del 70 fue una manifestación de lo que hablamos, vinieron procesos muy violentos en ese sentido con los gobiernos de Alfonsín y de Menem, todos ellos habían tenido formas diferentes en cuanto a la inflación, pero tenían un hilo conductor semejante. El Rodrigazo de hoy es muy diferente en las formas que adopta, porque diferente es el enfrentamiento que está dando nuestro pueblo, fundamentalmente el asalariado proletario.
La inflación y el hecho de que las condiciones de vida se vayan agravando, invade de indignación el corazón de cada argentino y lo predispone a luchar, a buscar salidas; no hay pasividad ante el atropello que genera la inflación, la burguesía monopolista sabe que las condiciones políticas que tiene para enfrentar este agravamiento de la lucha son extremadamente débiles. Ellos propusieron meses anteriores un techo del 18%, después de un 22% luego un 24% y los visitadores médicos acaban de lograr un 35%. Las paritarias son todo el año y la lucha por sostener el valor del salario para la compra de productos impulsará más enfrentamiento, más lucha.
Desde hace muchos meses el Rodrigazo se puso en marcha, erosiona todos los días un poco la dignidad de los argentinos, pero lo sustancioso de la etapa, insistimos, es que  este agravamiento se traduce en más rebelión, bronca y predisposición a un cambio radical de sociedad. La inflación de años precedentes encontró a nuestro pueblo en otras condiciones, ni mejores ni peores, pero nada se repite, todo se encuentra en movimiento y es en este sentido que ésta inflación, la de hoy, se da en un marco de “pocas pulgas” para las mayorías, que por más Rodrigazo encubierto que se esté perpetrando, el contenido de lo que se viene multiplicará las aspiraciones populares por avanzar hacia los horizontes de una nueva sociedad.

jueves, 16 de agosto de 2012

Un “modelo” desvencijado

Como lo venimos comprobando cada día, la presidenta no pierde oportunidad de destacar y auto elogiar “su modelo”, como una forma de disfrazar las políticas promonopólicas que lleva adelante el gobierno. Ha pasado quizás el furor de las épocas en donde nos aturdían con las cifras de crecimiento, las inversiones en la producción y los logros empresariales. Y no porque hayan abandonado su habitual cinismo (cosa que le sobra al gobierno burgués) sino fundamentalmente porque a esta altura, todas esas cifras encantadoras ya no conmueven a nadie. El sufrimiento cotidiano de millones de argentinos es lo suficientemente concreto como para disfrazarlo o intentar decorarlo con discursos.
Cuando cotejamos lo que ellos dicen con la vida real que padecemos, lo único que sentimos es una tremenda indignación por el fabuloso saqueo de nuestras riquezas y la explotación del esfuerzo, que generamos los trabajadores y el pueblo.
La desnutrición infantil y el hambre, la falta de una vivienda digna para millones, los trastornos que afrontamos cada vez que necesitamos resolver un problema de salud o con la escuela de nuestros hijos, los salarios miserables (recordemos que el 70% de los asalariados recibe no más de $ 3.500), las cada vez más horas que debemos trabajar trasladándonos peor que animales; en fin, el suplicio de sobrevivir cada mes, es la única y verdadera cara de “el modelo”, que no es otra cosa que la descomposición del sistema capitalista en su máxima expresión.
Está claro que para ellos lo importante es la ganancia y sus negocios. NOSOTROS NO FIGURAMOS. Vendríamos a ser una especie de “mal necesario” al que necesitan explotar y exprimir al mango, sin ninguna “necesidad” que  nuestras condiciones de vida mejoren. Por el contrario, si ellos ganan más es a costa de nuestro sacrificio y sufrimiento, por ende, cuanto mejor les va a ellos, a nosotros nos va peor.
La profundización de la miseria y de las injusticias sociales que este mismo “modelo” genera y reproduce es lo que tratan permanentemente de ocultar y silenciar, llegando al burdo de dibujar índices y estadísticas para señalar que si una persona dispone de $ 5.70 (cinco pesos con setenta) por día, ya no es indigente… y si es lo suficientemente agraciado y dispone de $ 12.70 por día, ya no es pobre…
Este es el orden impuesto por los monopolios transnacionales y toda su corte de políticos “oficiales” y “opositores”, TODOS responsables de nuestros pesares.
Pero, contrariamente a lo que ellos esperan como clase y como hacedores de este “modelo”, la superexplotación y la miseria sólo provoca mayor indignación y más descreimiento político de las masas hacia todos ellos; y la convicción de que el único camino que nos queda por recorrer para conquistar una vida digna es responderles con mayores movilizaciones y luchas, organizándonos por fuera de sus mandatos y desplegando el enorme potencial que llevamos acumulado.

La indignidad a su máxima expresión


Mentras la Presidenta se pone orgullosa cuando afirma que en el G-20 “lleva ideas para salvar al capitalismo”, su gobierno, a través del Indec, dio a conocer cómo debe hacer una familia tipo para comer con 6 pesos por día. Contando con la ayuda “desinteresada” de Carrefour, hasta se ha confeccionado una lista de comidas para cada día de la semana para hacer posible esa meta.
No vamos a hacer como los medios burgueses “opositores” al gobierno, que raudamente mandaron a algunos periodistas al supermercado para demostrar la falacia del anuncio. No hace falta desmentir semejante barbaridad ante los ojos y la experiencia de nuestro pueblo.
Sí vamos a afirmar que, si de salvar al capitalismo se trata, la Presidenta y su gobierno están haciendo bien los deberes, visto que en la Argentina de los logros económicos el 70% de la fuerza asalariada sobrevive con menos de 3500 pesos por mes.
¡Eso es capitalismo, señores! Crear riqueza por parte de los trabajadores para que un puñado de oligarcas se lleven los beneficios y terminar en la pobreza y la indignidad de vivir con salarios miserables, después de jornadas de nueve a doce horas por día, viajando dos horas más, por lo menos, para ir y volver al trabajo y llegar al hogar con el único fin de reponer alguna fuerza para al otro día volver a estar firme en el puesto de trabajo para que los burgueses sigan enriqueciéndose.
Presentar una compra por 6 pesos al día es cumplir al pie de la letra con el mandato capitalista, que en una muestra de cinismo propio de su carácter explotador del ser humano, hace negocio hasta con la miseria. En definitiva nos están diciendo: “Se puede trabajar por migajas, si se alimentan de migajas”.
Están jugando con fuego. Semejante muestra de desprecio hacia nuestro pueblo no hace más que alimentar el odio irreconciliable que millones de trabajadores venimos manifestando contra los explotadores, en miles de luchas en toda la extensión de nuestra patria. Esas luchas van ascendiendo en combatividad y objetivos, cuando las mismas comienzan a superar la barrera del reclamo inmediato para avanzar hacia el cuestionamiento abierto a la forma de vida que nos propone este sistema.
Sus objetivos de ganancia son antagónicos con la aspiración de vida digna a la que nuestro pueblo nunca ha renunciado. Proponernos “soluciones” por 6 pesos al día es subestimarnos y es una muestra más del desprecio que tiene hacia los trabajadores este gobierno y todos los gobierno burgueses.

miércoles, 15 de agosto de 2012

El “talentoso” Stiglitz, la “lúcida” presidenta, y la “ciencia” de la economía política

El día 13 de agosto pasado, el gobierno nacional realizó, en el museo del bicentenario, el acto político en el que se presentó el premiado Nobel de economía del año 2001, Joseph Stiglitz y que se televisó para todo el país por la “Televisión Pública”.
Abrió la conferencia el Sr. Stiglitz quien hizo un discurso con eje en las deudas externas de los países, criticando al sistema capitalista mundial al que llamó falso capitalismo. Dijo, entre otras cosas, que durante el gobierno de Bush él había sugerido a su presidente que las recetas sobre recortes y ajustes no eran buenas ya que empobrecían más a los pueblos, se achicaba el mercado, se reducía la producción y, en consecuencia, se generaban menos recursos para que los países deudores pagaran, pero Bush no le hizo caso. Primera muestra de grandeza del Sr. Stiglitz.
Agregó que los bancos norteamericanos, para justificar el otorgamiento de préstamos incobrables (burbuja financiera) habían falsificado sus números, y con ello pateaban para adelante sus acreencias a la vez que solicitaban salvatajes al Estado.
Después del discurso “antineoliberalista” del premio Nobel y ex vicepresidente y jefe economista del Banco Mundial, habló la presidenta.
Lo hizo, como es su costumbre, con gran elocuencia y orgullo de sí misma con su manera de expresar sus ideas de dirigente política tal como se autodefinió.
Comparándose con el Sr. Stiglitz, dijo que había planteado su crítica a las recetas de ajustes para pagos de deuda extranjera, y que su fallecido esposo y ella han sostenido lo mismo en la ejecución de las políticas en nuestro país, y en los foros internacionales.
Que las responsabilidades son tanto de los acreedores como de los deudores, pero defendió el pago de los Boden que acaba de efectuar (aquí la responsabilidad de juntar el dinero fue toda de los deudores, la única responsabilidad de los acreedores fue embolsar dos veces los miles de millones).
Pero enseguida criticó al capital especulativo que convierte al capitalismo en un casino, aunque más tarde afirmó que los bancos nunca ganaron tanta plata como en el curso de la gestión presidencial de Néstor Kirchner y de ella misma.
Aclaró que ella no es economista, que es dirigente política y que para resolver los problemas de las crisis se requieren decisiones políticas más que fórmulas económicas porque la economía es imprevisible. Bueno, antes habían dicho, tanto ella como el premio Nobel, que la economía política es una ciencia. Si una ciencia es imprevisible no es una ciencia…
Este es un capitalismo distorsionado, un capitalismo donde la gente no tenga para comprarse un auto, una casa, no es capitalismo, dijo seguidamente Cristina Kirchner.
Cabría preguntarle a la presidenta, qué otra cosa es capitalismo y cómo se llegó al capitalismo financiero sino a través de la gran industria, de la superproducción, de la monopolización de los medios de producción, de la generalización de la pobreza y el saqueo tanto de la fuerza de trabajo como de los territorios, los recursos y las guerras desatadas por la competencia de la ganancia. Por causa de ello, del capitalismo, miles de millones tienen hambre y viven en la pobreza o hacen de su vida un calvario para que un puñado de cientos de miles en el mundo vivan a lo grande cortando los cupones de sus títulos y extrayendo la plusvalía de miles de millones de seres humanos.
Pero seguidamente, haciendo gala de su “liderazgo político” dijo si no tomamos las decisiones los dirigentes políticos, las decisiones se toman en las oficinas de los bancos…
¡Qué profundidad de pensamiento! Cabría agregar que también se toman las decisiones en los despachos de los monopolios y que los gobiernos con sus “liderazgos políticos” no hacen más que ejecutarlas.
En otro párrafo criticó a Alemania que se ocupa e interviene en los problemas de los países europeos a la vez que descuida su propio país. Y lo comparó con el vecino que pretende resolver los problemas de la sociedad y descuida su propio barrio. Bueno, Sra. presidenta, Ud. sabe de eso y mucho. Por tres semanas no pudo poner un pie en su amada Santa Cruz porque tenía movilizados a los petroleros, personal de salud, al pueblo todo y hasta la policía del lugar, mientras hacía juntar la plata del pueblo para pagar los Boden y seguir sosteniendo las ganancias de su clase.
Más tarde dijo que para que se solucionen los problemas de las deudas y de tanto desarreglo financiero del que culpa a los bancos, (no a la oligarquía financiera dueña de los bancos…y de las empresas monopolistas y de los territorios del mundo, sector de clase al que ella pertenece), no se puede plantear la socialización de los medios de producción, pues la historia no vuelve para atrás.
Curiosa manera de entender los procesos históricos tiene su mentalidad burguesa acientífica. El auditorio burgués que estaba frente a ella aprobó sonriente su expresión. Claro, entre burgueses, tal como ocurre en una partida de póker, todos saben que todos mienten, gesticulan y dicen barbaridades para confundir y esconder sus cartas o, en este caso, la defensa de sus ganancias a costa del sufrimiento de millones. A todos les parece natural, esa falsa postura pues ésa es la conducta de esa clase.
La presidenta ve el horizonte socialista como una vuelta al pasado.
Ella pretende hacer creer que las experiencias socialistas derrotadas han enterrado la vigencia histórica del socialismo y han renovado y rejuvenecido al capitalismo.
Por su parte, la ciencia marxista, explica no sólo la necesidad histórica del socialismo, dada por las contradicciones antagónicas entre la propiedad privada, y actualmente monopolista, de los medios de producción, y la producción mundialmente socializada que genera todas estas crisis, miserias, mortalidad, perjuicios naturales y enfrentamientos que ponen en riesgo la existencia del mundo mismo. También explica que no existe un capitalismo distorsionado en la fase del predominio del capital financiero, sino que es la consecuencia ineludible del proceso capitalista y que, además, en el propio sistema capitalista no existe salida posible para los pueblos.
El capitalismo ha universalizado el proceso histórico, cosa que ningún sistema anterior lo había hecho. Las leyes que rigen el sistema capitalista, son mundiales e inconcientes. Por más que la presidenta lo haya afirmado, no hay posibilidades políticas para la burguesía de cambiar esas leyes. La única política de la burguesía es caminar por el surco de esas leyes, profundizando las contradicciones y volviéndolas más insoportables e insostenibles. Es decir que dentro del sistema capitalista las decisiones van a seguir tomándose en los despachos y oficinas de bancos y monopolios para que los gobiernos las ejecuten a favor de las ganancias y el saqueo a las poblaciones. No podrá nunca existir una voluntad burguesa capaz de torcer ese destino.
El problema político que tanto preocupa a la presidenta está dado en la naturaleza del sistema capitalista que hace prevalecer el eje económico por sobre el político. La ganancia por sobre cualquier otra consideración. No hay fuerza que pueda oponerse contra esa fuerza dentro del sistema. Por eso la política burguesa es limitada, además de mentirosa y engañadora. Precisamente la realidad, la naturaleza del sistema, se vuelve visible para las grandes masas y es por ello que nadie les cree a los políticos del sistema. He ahí el problema político de la burguesía. Lamentamos desilusionarla Sra. dirigente política.
Y porque la historia no vuelve hacia atrás, es que es utópico y patéticamente lamentable pretender que el capitalismo deje de ser financiero en la etapa del imperialismo que vivimos. Nosotros lo sabemos y la presidenta y el Sr. Stiglitz también.
Sólo que nosotros decimos la verdad y ellos, conjuntamente con su clase, pretenden engañar. Al pasar le recordamos que toda ciencia se basa en la verdad.
La única sociedad que transitará el camino de lo conciente, de la verdad colectivizada es la sociedad socialista en la que los hombres sean dueños de los medios de producción y de sus productos, planificando la producción de los mismos para la satisfacción de sus necesidades y del fondo de previsión necesario para afrontar los avatares cuyas leyes y acontecimientos aún no domine, en su búsqueda infinita del conocimiento infinito de la materia infinita.
Por eso es que el proletariado, el productor socializado y generador de toda la riqueza existente, preparado para planificar, ejecutar y decidir, es la única clase que puede liderar un proceso político hacia la libertad del hombre y conducir con su política conciente el destino de toda la humanidad.

Subterráneos: un paso más logrado a fuerza de lucha

La empresa, el gobierno (nacional y el de la ciudad), y la UTA, se vieron obligados a sentarse a “negociar”.
Fueron los trabajadores con su firmeza quienes torcieron la voluntad de esas tres caras de una misma parte (la burguesía monopolista) para avanzar en la lucha.
Los medios, hacen coro con las instituciones mencionadas y pintan el caso como que los “metrodelegados” debieron aceptar el aumento que la UTA ya había conseguido con anterioridad…y agregan: más algunas mejoras en las condiciones de trabajo.
Quieren mostrar a toda costa que lo logrado no significa nada. Quieren mostrar a toda costa que los conflictos se resuelven en las negociaciones superestructurales tratando de sepultar la movilización que es la base de todo lo que se logra. Quieren mostrar a toda costa que aunque caiga agua a raudales, hay sol y podemos ir de picnic.
La lucha de los obreros y trabajadores del subterráneo deja un mojón extraordinario en las luchas de la clase obrera y trabajadores nacionales contra los planes de ajuste y baja de salario que aplica el capital financiero a través de sus gobiernos (sean estos el nacional, con Cristina Kirchner a la cabeza, o el de la ciudad con Macri, o provinciales y municipales con sus personajes hartamente conocidos y repudiados local y regionalmente).
La lucha de los obreros y trabajadores del subterráneo no sólo conquistó un aumento de salarios sino, además, mejores condiciones de trabajo, lo cual sienta un precedente para las negociaciones paritarias. La lucha no ha terminado y sólo se da un paréntesis en la contienda, pues la lucha de clases no es sectorial como nos quieren hacer creer.
La lucha de los obreros y trabajadores del subte es sólo una muestra, en este momento la más resonante, de tantas otras luchas que con firmeza, constancia y convicción llevan adelante a lo largo y ancho de todo el país trabajadores y pueblo en general que se oponen a la aplicación del saqueo generalizado que practica la oligarquía financiera.
Esta lucha avanza y se extiende imprimiendo a la contienda contra los explotadores la característica de una nueva fase en la que la iniciativa y las decisiones finales dependen de la movilización y las luchas de las masas populares.
En esta fase que estamos transitando, la burguesía y todas sus instituciones (incluidos gobierno y sindicatos), no tienen más remedio que aceptar la nueva situación: acostumbrarse a vivir con el enfrentamiento cada vez más generalizado a sus políticas y a intentar, como manotazos de ahogado, mostrar cada paso que dan la clase obrera y el pueblo como un intento fallido, aunque eso no lo crean ni ellos mismos.

lunes, 13 de agosto de 2012

Una “empleada” despechada…

El despecho ya forma parte del folclore de la política argentina. Son muchos los políticos que en su culebrón cotidiano se han visto “traicionados” o “usados” por sus patrones burgueses a los cuales bien sirvieron por un periodo, y “heridos en su profundos sentimientos y dignidad” han salido a denostarlos, en las formalidades, por todos los medios que les abrieran micrófono.
Formalidades que no hacen ni van a la cosa de fondo, ni los favores políticos cumplidos, ni las comisiones recibidas, cuestión que ya es un “principio” del político mercenario en la etapa actual, porque siempre hay que dejar una puerta abierta, para volver sobre los dichos y desandar sus pasos para pedir nuevo empleo al patrón.
Estas prácticas se extienden a toda la estructura ejecutiva y legislativa del Estado burgués y todo lugar donde se desarrolle el negocio político, presentando ridículos ribetes de dramatismo sainetescos cuando se manifiestan en las alturas, en el gobierno nacional.
Es así que, aquel sublime romance de los primeros años del gobierno de los Kirchner que con leyes, decretos y la quita de la deuda de $ 500.000.000 de deuda al fisco, le permitió al grupo Clarín convertirse en el actual monopolio de comunicación. Asintiendo así a la instalación, a través de este multimedios, de la mentira de un gobierno progresista.
El filisteo interesado, terminó con la aparición de pesos pesados de la comunicación global para quedarse con el negocio y algunos negocitos personales mal cerrados, que convirtieron al reaccionario grupo en el enemigo público número uno.
Pero el colmo del descaro llegó cuando CFK en el acto por el 158° aniversario de la bolsa de comercio de Buenos Aires en un largo y patético discurso frente a la flor y nata de representación local de la oligarquía financiera, que actuando como una “empleada” despechada reprochó la falta de reconocimiento a la “tenaz tarea realizada” por ella y su difunto marido durante los últimos 9 años para garantizar las multimillonarias ganancias especulativas. Es más, pretendió hacerles un escrache, y a la vez hacer jueguito para la tribuna, a quienes los trabajadores y el pueblo tienen sobradamente conocidos como parte de los responsables de las calamidades desde el 2001, cuando manifestó “¡Qué fantástico negocio! Dos veces se quedaron con la plata de los argentinos” dejando al descubierto su ilimitado servilismo.
Despechos, reproches, negocios y servilismos, es lo cotidiano en el pantano de la crisis política de la burguesía, y lo que caldea los ánimos y confirma la necesidad, a las grandes mayorías, de incorporarse a los crecientes vientos de cambios.

Los trabajadores de subterráneos tensan la lucha de clases a favor del pueblo

El conflicto y la lucha de los trabajadores de subterráneos deja al desnudo la crisis política de la burguesía, poniéndola en ridículo y marcando la cancha claramente en qué punto se encuentra la lucha de clases hoy en Argentina.
Todo el arco burgués y sus mercenarios toman posiciones claras en contra de los trabajadores, pero el andamiaje del sistema crujió de tal manera que hasta los oportunistas de turno terminan con fisuras que nada pueden explicar.
La burguesía, por más que esté dividida compitiendo por sus negocios, no deja de mostrarse unida en su odio contra la clase obrera. Así lo demuestra tanto el oficialismo como la “oposición”. El hecho más claro y elocuente de esto es la postura de los medios masivos de comunicación del sistema como voceros de la burguesía monopólica, tratando de “indeseables” e “insensatos” a los trabajadores, y presentando a la huelga como que el gobierno nacional, a través de los “metrodelegados” (¿) le quieren mover el piso a Macri; al tiempo que este tilingo, como no podía ser de otra manera, se suma al coro llegando a decir barbaridades como que “en subterráneos nunca había habido huelgas, hasta que el gobierno K inventó a los metrodelegados”.
Ni hablar del sindicalista de la UTA, Roberto Fernández,  que se desgañita hablando por los medios: “que no es un paro… es una toma de Subterráneos…que es una vergüenza…que hay que apegarse a la ley…” pidiéndoles  disculpas a Macri, a Benito Roggio y a la Presidenta por esta “salvajada”.
Nada más falaz. Esta huelga, señores, es contundente porque la clase obrera en subterráneos se suma a la respuesta que la clase obrera argentina le está dando a la política de los monopolios, que son los que iniciaron la inflación, y la continúan salvajemente pretendiendo achatar los salarios. Todo aumenta todos los días y a los fijadores de precios nadie del sistema les pone freno ni los trata de insensibles.
Ahora bien. Cuando los trabajadores fijan un objetivo de recuperar el salario perdido por causas ajenas a ellos como la inflación, ahí sí saltan como víboras voraces y disfrazándose de democráticos plantean el perjuicio a los usuarios. Pero es al revés, señores, la mayoría de los usuarios son trabajadores, y son estas luchas las que esclarecen los caminos y la unidad, en el sentido que ponen en la vidriera a los responsables de la situación que padecemos millones y millones de argentinos.
Y todos se desgañitan al unísono: “¡Es un conflicto político!”; y hasta algún metrodelegado les hace segunda, aclarando: “De ninguna manera. Es un reclamo estrictamente sindical”.
Pero desde nuestra posición nosotros afirmamos: CLARO QUE ES UN CONFLICTO POLÍTICO, que no quiere decir politiquero. Es la respuesta política de la lucha a un proyecto político de la burguesía monopólica que lo que pretende es hacer fabulosos negocios a costa de salarios de hambre, es la lucha por los reclamos que condiciona los planes de la burguesía; y es político porque en el ejercicio de la lucha deja a la política burguesa y todos sus instrumentos mostrando su verdadero rostro. Es político porque en las asambleas, ejerciendo la democracia directa, las masas dijeron que no a la conciliación obligatoria (una ley sacada por Frondizi como respuesta a la oleada de huelgas que tuvo que enfrentar en 1958, y que a la única que le sirve es a la burguesía). Y es político con mayúsculas porque con esta actitud los trabajadores de subterráneos se pasaron por arriba cualquier imposición que venga del marco institucional.
Lo que aquí hacen los medios de comunicación masivos, el gobierno K y la UTA, es cubrir al dueño de la pelota: el Grupo Roggio, un monopolio que fue el que recibió los más de $ 10 mil millones en subsidios de todos los gobiernos, incluido éste, desde la privatización, amén de la recaudación (que no es poca, y que dicho sea de paso tuvo, de un día para el otro, un 120% de aumento con la connivencia del gobierno nacional y de la ciudad), y ni hablar de la ampliación de las líneas con plata de todos los argentinos. Puta si no será político el conflicto‼!
Por eso saludamos calurosamente la lucha de los trabajadores de subterráneos, y ya que se hacen tantos homenajes es bueno recordar algunos para refrescarles la memoria con un poquito de historia y que no vendría nada mal a los que quieren mezclar esta extraordinaria lucha con una interna política coyuntural: Cuando el 24 de marzo de 1976 los militares dieron el golpe, los trabajadores de Subterráneos hicieron un paro en los Talleres, y a las pocas horas se estaba trabajando a punta de bayoneta, las tropas adentro de los talleres con un soldado pegado a cada banco, a cada torno, y arriba de los techos. En 1982, la primer huelga importante que estalla contra los milicos fue en Subterráneos de Buenos Aires, por aumento salarial, y ahí no estaba la UTA; se conoció como el movimiento interlíneas, cargada de sabotajes, y los milicos no tenían con quién negociar porque era un movimiento clandestino; en esas condiciones tuvieron que otorgar el aumento que pedían a través de los volantes. O la huelga contra la hiperinflación a Alfonsín, y la primera huelga contra el gobierno de Néstor Kirchner lográndose un 45% de aumento salarial.
La historia de nuestra clase obrera es muy rica y profunda, y no menos compleja, para querer intentar neutralizar y aislar desde el macartismo de todo el sistema y la mentira. Esta lucha está enmarcada en un peldaño más de la lucha de clases donde los trabajadores y el pueblo están entrando en una ofensiva donde ya no se está dispuesto a aceptar la vida que este sistema ofrece, lo cual lleva al empantanamiento cada vez mayor de las intenciones de los monopolios.