27/06/2012. En
el discurso pronunciado ayer por la Presidenta Cristina Fernández
nuevamente fuimos atacados los trabajadores y se congració con sus
socios imperialistas. Después de haber realizado un pormenorizado
detalle de su “exitoso” viaje a la cumbre del G20, demostró su carácter
de clase intentando justificar el pago del impuesto a las ganancias por
parte de los asalariados. Y si hacía falta algo más, utilizó la muerte
de los gendarmes en un accidente vial cuando volvían de Chubut, para
atacar la lucha de los trabajadores de esa provincia.
La masiva movilización trabajadora del
día de hoy muestra contundentemente el malestar hacia sus políticas; no
solo expresado por las decenas de miles que se manifestaron en Plaza de
Mayo, sino también por la simpatía y el apoyo con la que contó la
movilización desde su anuncio, tanto por parte de los trabajadores como
por parte de distintos sectores populares.
Como lo venimos planteando, el estado
deliberativo y de movilización que existe por abajo, expresado en miles
de pequeñas y grandes luchas a lo largo y ancho del país, es lo que
viene condicionando cada medida y cada acción de gobierno. La
movilización de hoy fue otra demostración de esta situación, aun cuando
el discurso del dirigente Moyano fue absolutamente tibio y conciliador;
más un llamado a la negociación que a profundizar la lucha.
Sin embargo, la lucha de clases no
conoce de paño fríos cuando la razón y extensión de los reclamos es
gigantesca. Lo que hoy quedó en evidencia es que hay una voluntad de
lucha inquebrantable por parte de la clase obrera y pueblo argentinos
que difícilmente pueda ser encorsetada solamente por discursos. De allí
que las disputas por arriba se ven potenciadas por lo que está pasando
abajo, lo que produce una crisis política que maniata las maniobras y
mentiras de los de arriba.
Tenemos que tener la convicción que lo
de hoy ha potenciado la lucha trabajadora. Debemos seguir encontrándonos
desde la lucha y gestando la unidad por abajo; sector por sector,
fábrica por fábrica y de allí a los parques y zonas industriales para ir
consolidando las organizaciones y el poder de la clase obrera y el
pueblo.
Hoy en contra de las políticas de la
burguesía monopolista que apuesta todas sus fichas a producir en nuestro
país pagándonos salarios de miseria y en condiciones de trabajo
deplorables. Y desde allí para materializar el proyecto de cambio real
que le dé sustento y encamine al gran torrente revolucionario que está
en marcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario