En esta oportunidad son los “Dragones”,
los obreros petroleros que trabajan como operarios de la construcción, a
consecuencia de la tozudez burguesa de querer dividir a la clase y
bajar los salarios a fin de aumentar sus ganancias.
El Estado y el gobierno de Cristina Vda.
de Kirchner, al servicio de los monopolios se encuentran en la
encrucijada de enfrentarse abiertamente, con represión directa, contra
los trabajadores de Cerro Dragón para defender los intereses de la Pan
American Energy y, por añadidura, a los de toda la oligarquía financiera
dueña de los monopolios y bancos.
Han mandado huestes de gendarmería,
prefectura y cuanta fuerza represiva cuenta el Estado a fin de intimidar
a los obreros. Pero estos se mantienen firmes en su lucha y han
sembrado el terreno y las rutas con clavos “miguelitos” y se preparan
para el enfrentamiento, decididos, porque no tienen nada que perder y
mucho que ganar.
Desde el punto de vista político, es
decir, desde el terreno en el cual enfrentamos a los monopolios y
construimos el poder obrero y popular para vencerlos y destruir su
Estado al servicio de la degradación de las mayorías argentinas que
luchan por una vida digna, es una batalla en la que la clase obrera
tiene todo por ganar y gana diariamente, es por ello que hasta ahora el
poder burgués ha dudado, teme, no se anima a poner bajo las reglas del
capital a ese núcleo de trabajadores que los enfrenta clase contra
clase, y que crispa la lucha de clases en toda la sociedad, hundiéndolo
más en su crisis política.
En los últimos días, toda la acumulación
de luchas y movilizaciones obreras, de trabajadores y pueblo en general
hacen eclosión en este acontecimiento y en la marcha que se prepara
para el próximo miércoles en Plaza de Mayo por la eliminación del
impuesto a la ganancia sobre el salario, la reinstalación del salario
familiar para todos los trabajadores, y la eliminación de techos al
aumento de salarios.
Estas dos expresiones de una misma lucha
que sintetiza las aspiraciones de una mejor vida para los trabajadores y
pueblo en general, son lideradas por la clase obrera, la clase que los
burgueses y el “progresismo” pequeño burgués decretaron como
desaparecida para justificar la existencia eterna del capitalismo y
negar la posibilidad de cambio por una sociedad socialista que nos
permita vivir con dignidad y ser dueños de nuestro destino como hombres
productores de todo lo existente y de nuestra propia vida.
Hacer conocer, difundir, abrazarla con
el calor de la adhesión popular y romper el cerco al que pretenden
someter esta lucha, es avanzar en la unidad como trabajadores y pueblo,
es una tarea indelegable de todos los que queremos la liberación de esta
lacra que vivimos.
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