La
burguesía cada vez que se encuentra acorralada por la presión popular o
inmersa en una crisis política busca la manera de embarrar la cancha y
poner paños fríos para frenar el avance de la lucha de la clase obrera y
el pueblo. En este caso el que sale a hacerlo es Antonio Caló (UOM),
que es un dirigente burócrata de la CGT que responde a los intereses empresariales, a los monopolios, y
a la oligarquía financiera en su conjunto, apoyando en todo momento al
gobierno y demostrando en cada aparición pública su repulsiva posición
oficialista.
Hoy,
descubre la pólvora, y sale a decir que la inflación deterioró los
salarios y que el objetivo de las próximas paritarias es recomponer los
mismos. Que fácil que es para estos bravucones salir a dar discursos
altisonantes, cuando en realidad lo que han hecho todos estos años es
darle la espalda a la clase obrera y hacer negocios con la dignidad de
los trabajadores, como lo han hecho casi todos los gremios con las obras
sociales, sólo para dar un ejemplo.
Ahora
cuando la realidad es inocultable y en las fábricas se habla de la grave
situación que estamos pasando, de lo deteriorado que está el salario y
de que de ninguna manera se puede tolerar una paritaria trucha, como las
que se han dado todos estos años donde los sindicatos, el gobierno y
las empresas pactaban las migajas que nos tirarían, (claro está que
todas esas intentonas fueron desenmascaradas), vuelven con viejas
recetas a querer “ganarnos” de antemano para encorsetar la lucha en los
despachos de los ministerios, de las negociaciones por arriba, de las
“disputas” de las CGT.
También
este personaje habla de la unidad sindical como si eso representara un
objetivo para la clase obrera cuando en realidad es una proclamación de
estos personajes nefastos que manifiestan con sus miedos que se les
pueden escapar los negocios si no “endurecen” sus discursos y si no
enfilan a la tropa.
Lamentablemente,
para todas estas lacras, que el sistema necesita para confundir, existe
una conciencia política muy grande en la clase obrera donde estas
engañifas caen en saco roto. El camino de la conquista está sembrado por
miles de experiencias de luchas, de confrontación, de organización, de
unidad de la clase obrera y son el andarivel por donde transita nuestra
clase y nuestro pueblo, y ningún burócrata, llámese “oficialista” u
“opositor”, podrá confundirnos porque hemos iniciado una prolongada
lucha por conquistar nuestra dignidad.
La
unidad de la clase obrera se está dando en lo concreto, en cada lucha y
en cada organización para la lucha y estamos en un proceso tan amplio
donde las ideas revolucionarias son abrazadas por las nuevas
generaciones de obreros que llevan en su haber miles de experiencias. Ésta es la construcción embrionaria del verdadero movimiento obrero que disputará el poder a la Burguesía.
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