Al igual que en las diferentes regiones del mundo, donde las huelgas obreras se multiplican, haciéndole frente al intento de avasallamiento de las políticas inhumanas de la burguesía mundial, en América Latina, la clase obrera también se va encausando en el mismo torrente de luchas, donde en nuestro país, por dar un ejemplo y por más que se quiera ocultar, es una muestra clara de esta realidad.
En el día de ayer miles de mineros colombianos de 80 municipios y 18 regiones, mantuvieron bloqueadas las principales rutas de ese país, en contra de las políticas de gobierno que atentan contra las fuentes laborales de los trabajadores. En el marco de la jornada de paro y movilización de ayer, los mineros tuvieron que enfrentar fuertemente la represión que desató la policía en diferentes puntos del país. Los enfrentamientos más fuertes se produjeron en el corregimiento de Irra, donde fueron heridas una decena de personas y, al menos, 40 niños permanecen hospitalizados por el efecto de los gases.
Este hecho se sumó a la huelga en la región norteña del Catatumbo colombiano donde continúa paralizada desde hace cinco semanas tras las protestas de más de 16.000 campesinos que ratificaron su decisión de no moverse de las rutas hasta que el Estado dé soluciones a sus exigencias, entre ellas la creación de una Zona de Reserva, la aplicación de un plan para la sustitución gradual de los cultivos y subsidios para mitigar la crisis alimentaria.
La situación en Colombia se suma a la huelga general en Brasil de la semana pasada, donde según fuentes oficiales, no se había registrado un paro de esas características desde hacía 22 años atrás y en medio de las innumerables movilizaciones populares que cuestionan las políticas del gobierno de ese país.
Días atrás, también fue llevada a cabo una huelga general en Chile por mejoras salariales donde las calles se llenaron de barricadas por trabajadores y estudiantes que acompañaron la movilización.
Las huelgas mineras en Sudáfrica, las cientos de huelgas en Italia, España, Bulgaria y el resto de Europa; la huelga general en Grecia de hace apenas 3 días y las permanentes luchas que se dan todos los días a lo largo y ancho del planeta, hostigan permanentemente los planes políticos y económicos de los monopolios en el mundo.
Frente al estado de putrefacción del capitalismo a nivel mundial, y a las irreversibles catástrofes económicas, sociales y ambientales producidas por la naturaleza misma del sistema capitalista, que sólo ofrece miseria y muertes a los pueblos del mundo, la clase obrera comienza a mostrar su impronta en la lucha.
Todos los días se producen hechos en el mundo protagonizados por la lucha de obreros de cientos de regiones en diferentes puntos del planeta. Millones de seres humanos, de diversas culturas, idiomas o religiones, etc., pero unidos bajo una misma clase, se movilizan diariamente en todo el mundo cuestionando la misma dominación capitalista.
La unidad de la clase obrera, no es una ilusión óptica, sino por el contrario tiene una base material objetiva, que es la unidad de los mismos intereses de clases y el mismo odio a lo más concentrado de la clase que los explota y los oprime: la oligarquía financiera mundial.
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