Vivimos
un momento de alta conflictividad donde, en Mar del Plata, los
trabajadores de la pesca y del Puerto suben la apuesta asumiendo una
combatividad que dejó por el piso la sintonía fina de las políticas de
este gobierno.
Los trabajadores agrupados en el
sindicato marítimo de pescadores lanzaron un paro a partir del día 11 de
mayo por tiempo indeterminado, bloqueando las terminales 1 y 2, en un
reclamo salarial del 35% ante la negativa del 20% que ofrece la cámara
de armadores de buques pesqueros de altura.
Pero la situación se agravó porque
vienen de una conciliación obligatoria que ya fue vencida, y a pesar de
ello los empresarios no acudieron al Ministerio de Trabajo, que sí lo
hicieron los marineros en una masiva movilización. Los patrones alegan
que la conciliación obligatoria tiene una prórroga. En fin, todas
pavadas legales que lo único que hacen es intentar desgastar y embarrar
la cancha para otorgar el aumento que exigen los trabajadores. Pero los
compañeros no se andan con chiquitas: fueron y prendieron fuego y
destrozaron la sede de la cámara empresarial. Ahora resulta que todos
son bárbaros, incivilizados, etc., pero mientras tanto, utilizando todas
las triquiñuelas del poder, se hacen los distraídos, y como respuesta
mandan impresionantes despliegues de gendarmería y prefectura para
amedrentar la lucha de los trabajadores.
El conflicto de los pescadores marítimos
se constituye en el punto más alto y visible de lo que se vive en la
industria de la pesca y sus derivados en Mar del Plata. A esto se suma
el conflicto de la harinera Moliendas del Sur, donde los camioneros,
incluso, no recogen los residuos, perdiéndose 330 toneladas por el paro
de los estibadores, llegando a admitir los mismos empresarios, con un
cinismo total, que fueron mayores las pérdidas por el conflicto que lo
que reclamaban los trabajadores. También hay que sumarle que los barcos
poteros, que supuestamente no estarían en conflicto, que de hecho
tampoco fueron descargados. Todo esto sumado a que el bloqueo al puerto
impide la descarga de congeladores y movimiento de contenedores. Por si
fuera poco ya los capitanes de pesca de buques de altura amenazan con
resolver en una asamblea el tomar medidas de fuerza porque no estarían
de acuerdo con el 22% que les ofrecen.
Las 8 cámaras que conforman la industria pesquera local afirman, apesadumbrados, “que
por primera vez en la historia se encuentran unidos como nunca porque
nunca en la historia les había tocado vivir tan alto nivel de
conflictividad”.
Están tocados, porque ahora el que empieza a poner la sintonía fina son la lucha de los trabajadores y el pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario