El
gobierno “decidió” quitarle la concesión de trenes Sarmiento y Mitre al
empresario Cirigliano y su empresa TBA. Una medida presentada como
“popular”, luego de que por medio de la administración y explotación de
TBA en esos dos ramales de ferrocarriles, se produjera el fatal y
previsible accidente ocurrido hace tres meses atrás el cual costó las
vidas de 51 personas y el sufrimiento de sus familias y usuarios.
El gobierno, tras una fuerte presión
popular y también para desligarse de sus responsabilidades como Estado,
“decide” traspasar la concesión, nada más y nada menos que a la empresa
Metrovías del grupo Roggio, que tiene la concesión de los subterráneos
de Buenos Aires, y a Ferrovías con la concesión del Roca, el Belgrano
Sur y el San Martin. Lo cual, no sólo que desde aquel trágico día hasta
hoy no resuelve nada y el servicio de trenes sigue igual, si no además
se le otorga la concesión a otras empresas tan cuestionadas por sus
servicios como TBA.
En el caso de la empresa Metrovías, los
trabajadores permanentemente denuncian las pésimas condiciones de
mantenimiento de los subtes y la falta de presupuesto para la compra de
repuestos. Y ahora encima con la excusa de la supuesta pelea entre el
gobierno de la nación y el de la ciudad de Bs As, no sólo que se
encuentra parado todo tipo de inversión, si no que también lo utilizan
para intentar frenar los aumentos en los salarios de los trabajadores.
Por otro lado durante la semana pasada,
se dieron a conocer a través de las noticias, las irregularidades del
Grupo Roggio, tras la utilización de la concesión para hacer negocios
con otras empresas pertenecientes al mismo grupo, incrementándole
ganancias por más de 100 millones de pesos, ante lo cual el gobierno se
pronunció en contra y ahora, contradictoriamente, lo beneficia dándole
la concesión que le quitó a TBA, lo cual hace pensar o más bien confirma
que el gobierno no es más que intermediario de resoluciones que han
tomado los monopolios que se disputan el negocio.
Por lo pronto, tanto los empresarios
Roggio como Romero de Ferrovías y otros tantos, ya comienzan a frotarse
las manos para disfrutar de los enormes subsidios con los cuales son
beneficiados por el Estado monopolista. Para refrescar un poco la
memoria veamos algunos de los números, (según cifras oficiales) que
manejan a través de los subsidios estas empresas:
-Entre el año 2007 y 2011 las concesionarias de trenes recibieron del gobierno 15.400 millones de pesos de subsidios.
-El Estado gasta hoy, aproximadamente, 10 millones de pesos diarios para subsidiar a los trenes.
- En el mes de enero, anterior a la
tragedia de Once, la empresa TBA había recibido 77 millones de pesos de
subsidios del Estado. Mientras que Metrovías también recibía 36 millones
de pesos, más lo que recibieron ese mismo mes a través de la
concesionaria UGOFE que reúne a las empresas Metrovías, la ex TBA Y
Ferrovías, con un total de 108 millones de pesos.
Como se puede ver, un despilfarro de
subsidios para las empresas, mientras que los trabajadores y pueblo en
general, no sólo viajamos como ganado todos los días para ir a buscar
nuestro salario, si no que permanentemente corremos el riesgo de ser
parte de un fatal accidente en manos de los empresarios a quienes sólo
les importa sus ganancias. Para ellos están dirigidas las políticas del
gobierno que benefician a los monopolios en desmedro del pueblo.
La única realidad es que cambiando
figuritas de empresarios, los problemas de la población no sólo que no
se solucionan, si no que aún se agravan diariamente. A las claras está
visto que el objetivo del gobierno y el Estado, no se basa en mejorar
las condiciones de vida de los Argentinos, si no de cómo administrar
mejor los recursos para engordar los bolsillos de la oligarquía
financiera en nuestro país.
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