Empujada
la burguesía a nivel planetario a combatir la tendencia decreciente de
la tasa de ganancia, rompiéndose la cabeza la oligarquía financiera en
cómo hacer para extraer mayores niveles de plusvalía a los pueblos del
mundo, profundizando la explotación, avanzando cada vez más en la
concentración económica y de las herramientas de los Estados
capitalistas en pos de esas ganancias, es que se da todo un debate y
puja de intereses en el sector automotriz y por ende en el autopartista.
La producción de vehículos es global, dentro de un “plan” inspirado
absolutamente en el negocio y no en las necesidades de los pueblos, es
que se dan las políticas productivas en un país como la Argentina.
En
este año se estima que, llegando a fin de año, la producción de
vehículos alcanzará la cifra de 875 mil unidades, cifra muy cercana al
record de 2009 y cerca de un 10% más que el año 2012. De ese total más
de la mitad (el 57%) se destinó a exportaciones a más de 90 países,
siendo Brasil el principal consumidor. Las expectativas son de
crecimiento para el año 2014, pero tienen el gran desafío de “sustituir”
importaciones y generar mayores puestos de trabajo con el objetivo de
producir mayor cantidad de componentes en el país. En este punto es
donde están poniendo la lupa y donde quieren avanzar. Con una esencia
fascista, los políticos de turno, títeres de ese sector de la burguesía,
hablan de las “políticas de inclusión” para llevar adelante semejantes
negocios. El Estado “facilitándole” a los monopolios todos los
recursos (desgravamiento de impuestos, subsidios inmejorables,
inversiones en infraestructura) para que dichas empresas avancen en ese
plan de producción con una mano de obra barata y de calidad que le
ofrece nuestro pueblo. Ejemplo de esto es Débora Giorgi,
paseándose por Turín, Italia, en estos días y recibiendo órdenes para
dar pasos concretos en la instalación de plantas en la Argentina que
vayan dándoles una solución a este problema. En esa orientación es que la
ministra acordó hacer en marzo próximo, en la provincia donde Fiat
tiene, en la localidad de Ferreyra, un complejo industrial, una reunión
con más de veinte compañías autopartistas, todas proveedoras del grupo
Fiat y que participaron del seminario. Ese encuentro estará encabezado
por el CEO de Fiat SPA, Sergio Marchionne. Paralelo a esto, Diego Bossio
(titular de la ANSES) hace el anuncio de una inversión de 20 millones
de Euros que una empresa multinacional, de origen italiano, llamada
ARIETE a hacer en la localidad de Tandil para producir 1 millón de
baterías anuales destinadas a la producción local automotriz, con
horizontes de exportar a toda la región. Así podríamos enumerar varios
casos que confirman nuestra posición que este es un verdadero Estado al
servicio de los monopolios y que muy lejos están ellos de plantearse
resolver los verdaderos problemas del pueblo.
Pero
a este análisis le está faltando, hasta acá, la pata fundamental. Y
para esto vamos a transcribir palabras de Martín Berardi, CEO de Ternium
Siderar (proveedora entre otras de la industria automotriz), que
coincide en el análisis de perspectivas de crecimiento para el año
entrante pero expresa la preocupación central de ese sector, y dice: “…Hay que trabajar en la productividad y la eficiencia. Cuando le va bien a los comodities hay viento de cola en la región, sin embargo no se puede descuidar la competitividad. Por otro lado debemos trabajar muy cerca de la cadena de valor para fortalecerla cada vez más.
Y por último, las inversiones juegan un papel crucial para seguir
creciendo. La industria siderúrgica tiene el gran desafío de mantener la
actividad en la región y evitar que la producción de manufacturas se
vaya a China. Para eso hay que articular el sector público y el privado…” Por
un lado la necesidad de profundizar más todavía la apropiación del
sector público y por otro la garantía de la competitividad o sea mantener este nivel de salarios chatos. Y
acá es donde tienen el gran problema, como ejemplo dentro de la
realidad que tienen que enfrentar sale a la luz el conflicto en VALEO
(Córdoba) que los pone en jaque y les advierte en el terreno que van a
tener que intentar llevar adelante sus proyectos. A esto se le suma las
miles de luchas solapadas y todavía silenciadas, pero que no por eso
dejan de carcomerles sus cimientos. Esa movilización, esa lucha
cotidiana que se está llevando día a día en cada uno de los centros de
producción de autopartes, donde los sectores metalúrgico y del plástico
son los más presentes, es lo que les duele, es su central preocupación.
Un escenario donde, como decíamos al principio, están obligados a
profundizar la explotación y avanzar en el ajuste pero que, el terreno en el que deben hacerlo es el de la decisión de la clase obrera a no dejarles pasar una, a no retroceder e ir por más (léase nota del 17/11 relacionada al conflicto en Valeo).
Entramos
decididamente en un período donde la lucha de todos los días pasa a un
terreno netamente político, donde se ponen blanco sobre negro las
aspiraciones de la burguesía y de la clase obrera, en la aparición
decidida de una alternativa hacia el futuro que contemple los deseos de
una vida digna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario