Mucho
se está hablando con respecto a la movida policial, desde diferentes
lugares y posiciones. Plantean que ya se viene una especie de golpe de
fuerzas de “seguridad”, de procesos extorsivos, de que no pueden
trabajar cobrando tan poco, etc., etc.
Lo
que tenemos claro es que la policía, gendarmería y las fuerzas armadas y
de seguridad, son instrumentos de represión del Estado burgués
monopolista. No tienen ningún interés de seguridad, ni interna, ni
externa, para con el pueblo argentino. Son los custodios de los
intereses de las transnacionales, lejos del ejército de San Martín,
Belgrano, Güemes, Brown, y tantos otros que forjaron nuestra patria, con
la sangre y el sacrifico de ellos y nuestro pueblo.
Estas
policías, al igual que las demás fuerzas, son perros del sistema,
formados como perros, como mastines, dispuestos a atacar por orden de
sus amos. Los entrenadores son los gerentes de los monopolios, llámense
Kirchner, Capitanich, De la Sota , Binner, Bacileff, etc. Están para
cumplir las órdenes de los monopolios (Cargill, Monsanto, Eurnekian,
Vicentin, Chevron, BP, Ford, etc.), las órdenes de ellos son extraer la
mayor plusvalía del pueblo argentino, por el engaño, con leyes y con la
fuerza.
Del
otro lado está nuestro pueblo, que viene de historias de lucha desde la
independencia y antes de la misma, con luchas de los trabajadores, de
la resistencia peronista, del Cordobazo, del Correntinazo, del 2001 y
cientos de luchas más. Algunas parecen pequeñas otras grandes, todas
importantes, trascendentales porque van forjando el espíritu de nuestro
pueblo y su clase.
En
los últimos años, el enfrentamiento y la lucha ha sido el común
denominador de todas las conquistas que hemos tenido. La burguesía con
su aparato propagandístico se encargó de plantear que no existía clase
obrera, como si la extracción del petróleo lo hacía vaya a saber quién,
como que el millón de autos, las toneladas de máquinas agrícolas la
producían marcianos, como que toda la producción de alimentos o textiles
del país la producía…
Así
como escondieron la clase obrera, también esconden las luchas de
nuestro pueblo y clase. ¿Por qué? Porque más allá que sigan haciendo
grandes negocios, el problema es el que tienen, justamente, producto de
todas estas luchas: una crisis política de dominación porque ya nadie
les cree que van a solucionar nada. Y es por eso que, producto de estas
luchas, ven su poder puesto en cuestión.
Hoy
el gobierno y sus amos están débiles, insistimos, producto de las miles
de luchas de nuestro pueblo y su clase. Lo interesante de todo esto es
que sus perros -que no son fieles como uno piensa porque son perros
entrenados para atacar-, al detectar la debilidad, atacan. Por eso la
policía hoy sale a protestar, porque justamente detecta el nivel de
debilidad que tiene el sistema, a nivel planetario, a nivel nacional y
es muy exacerbada esa debilidad en la provincia.
Aquí
un fascista, llamado cowboy del oeste (Castelli) dijo que va a reprimir
si se cortan las rutas, que va a dar un escarmiento. Y se tuvo que
comer su bravuconada, cuando un día le cortaron 25 lugares a la vez y,
al otro día, más de 40. Los perros ávidos de sangre, no podían atacar,
ni ese ni ningún día. Sí reprimieron a los productores agropecuarios el
segundo día de protestas, porque estaban aislados. Saben, intuyen que la
debilidad es el momento de poder atacar. Hoy perciben la debilidad
extrema de este gobierno, que no sabe mandar. Y el cowboy primero se
escondió en un despacho a llorar sus miserias y después les tiró un
hueso de $8.000.
La
debilidad de este gobierno es producto de todas nuestras luchas. La
única fortaleza que lo sostiene todavía, es que recién empezamos a
forjar una unidad, para que las conquistas nuestras sean más perdurables
y profundas. La plata para dar soluciones está ahí, sólo hay que saber
arrancársela. Hoy al igual que ayer, todo se conseguirá con lucha, sacrificio, con unidad, con organización.
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