Enero se recalienta, no solo por las altas temperaturas de verano, sino también, por el nivel de conflictividad en todo el país.
Apenas pasados unos días del primer mes del año, la lucha de clases, no
les da respiro. La semana pasada, una consultora privada daba a conocer
que el 2012 cerró con récord de piquetes en Buenos Aires, llegando a un
promedio de 3 a 4 cortes por día, por movilizaciones y diferentes conflictos.
Caldeado el ánimo social con las
políticas de ajuste e inflación del gobierno, se agrava la situación
salarial de todos los trabajadores argentinos, ya que sumado a los
enflaquecidos sueldos, los aumentos indiscriminados de los precios
deterioran aun más la economía de las familias de los trabajadores y el
pueblo en todo el país. En este marco, comienzan a darse los primeros cimbronazos de la lucha salarial.
Mientras que el gobierno intenta maniobrar para que las paritarias se
vayan acomodando por debajo del 20%, las luchas de la clase obrera
comienzan a enterrar ese intento antes de haber nacido.
Así es como en el día de ayer, comenzó un nuevo paro nacional en este 2013, llevado adelante por los aceiteros,
que reclaman un aumento del 26%, más un adicional por 6.200 pesos, por
participación en las ganancias. La medida de fuerza se llevó a cabo,
luego de que llegue el anuncio de las empresas, que ofrecían un 16% de
aumento. Según los sindicatos aceiteros, los empresarios estaban
dispuestos a dar el aumento pedido por los trabajadores, pero por
directivas del gobierno, a través del ministerio de trabajo no podían
acordar por encima del 20%
La actividad aceitera es una de las más
importantes del país porque es la que exporta aceite de soja, girasol,
maíz, y genera millonarios ingresos al Estado. Emplea a 15.000
trabajadores, con fuerte presencia en Santa Fé y Córdoba.
Como decíamos anteriormente, mientras
que los monopolios y el gobierno intentan ponerle un techo a las luchas
por aumento salarial pretendiendo una paritaria por debajo del 20%, de
los sueldos también será deducido el impuesto al trabajador, impuesto a
las supuestas ganancias, sin percibir, tampoco una gran masa de
trabajadores, la asignación familiar.
Vamos por la derogación del impuesto a
las ganancias, por la recuperación de la asignación familiar para todos
los trabajadores, por el 82% móvil para los trabajadores jubilados, por
un aumento salarial que nos permita no sólo recuperar lo que ya venimos
perdiendo, sino además arrebatarle parte de las ganancias de los
monopolios, ganancias que producimos los trabajadores con nuestro sudor y esfuerzo, para cubrir nuestras necesidades y las de nuestras familias.
El 2013 arranca mostrando la situación
política que estamos viviendo: los bolsillos completamente empobrecidos,
ganancias millonarias para los monopolios, un gobierno servil a esos
intereses, intentando distraer la atención de los argentinos montando
circo y aprovechando cada situación mínima para instalar debates que no
ponen sobre la mesa, los verdaderos intereses de la clase trabajadora y
el pueblo.
Por debajo y por fuera de todo este circo que monta la presidenta y su gobierno,
la lucha de clases crece día a día, la unidad de la clase se fortalece y
el 20% irrisorio, ofensivo, humillante, da el punta pié para que en la
calle, con movilizaciones y unidad, mostremos la bronca de clase
desatada por las políticas del gobierno de los monopolios.
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