Mientras
toda el gobierno de la burguesía y sus alcahuetes, se aprestaban a
recibir con bombos y platillos en el Puerto de Mar del Plata la tan esperada Fragata Libertad, haciendo sus conocidos alardes de “soberanía” y “patrioterismo”, el país real ponía nuevamente sobre la mesa sus verdaderos problemas, y daba una cachetada en la cara a todos aquellos que creen que si se niega lo que pasa, ello dejará de existir.
Las puertas y alrededores del Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba fueron
el escenario de una movilización de distintas agrupaciones,
organizaciones sociales y vecinos que enfrentaron duramente la represión
policial, que pretendía impedir que se manifestaran contra la suba del 28% del boleto del transporte público, aprobada ayer
al mediodía, en la última sesión del año, bajo pedido del intendente
Mestre (hijo) y con el voto de los concejales oficialistas.
Un dato: como en innumerables ciudades
del país (por no decir todas, inclusive la ciudad de Buenos Aires),
Legislatura, vallada; Concejo Deliberante, vallado; Casa de Gobierno,
vallada; Casa Radical, vallada… ¿Queda claro cuáles son los intereses
que atienden los gobernantes?
Dentro de las denuncias podía escucharse la declaración de un vecino que señalaba que: “La
verdad tenemos una impotencia total, la semana pasada esperé el R5 1
hora 45 minutos y no vino. El servicio cada día es peor. Aumentan el
boleto y no hay ni un peso de inversión… Tenemos mucha bronca, porque ni
De la Sota ni Mestre ponen los hue… como corresponde ante nada, ni
reclaman o hacen lo que deban para que nosotros no continuemos pagando
este tremendo ajuste. Basta de tasa vial, basta de aumento de impuestos,
basta de aumento del agua, basta de mas peaje!!”
El rechazo de la población a la suba del boleto es total; desde el 18 de enero el mismo pasará de $ 3.20 a costar $4,10. Un verdadero robo al bolsillo de los asalariados, para un transporte que “presta” un servicio pésimo y para colmo, carísimo.
Hay que aclarar que ya hubo
anteriormente un importante aumento del transporte urbano en Córdoba,
realizado en febrero del año pasado a dos meses de asumir Mestre.
También aquel fue del 28%. Con el ajuste que se aprobó ayer, el acumulado de las dos subas alcanza el 64% en menos de un año.
Un mazazo verdaderamente insoportable
para la ya cascoteada y devaluada economía de las familias trabajadoras.
Todo lo que hacen es un nuevo saqueo, es un mazazo a nuestra
subsistencia. Ellos van y van por lo suyo, creyéndose impunes e
intocables.
Pero ya nada es como entonces.
Esos planes, esas medidas profundamente antipopulares, ya no pueden
tomarse entre cuatro paredes ni –mucho menos- pasar “desapercibidas”.
La crisis política los carcome, porque
el pueblo, movilizado, en la calle, está haciendo tronar el escarmiento.
Esta es una muestra más de lo que decimos cuando señalamos que de ahora
en más la lucha de clases será golpe por golpe.
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