En Vaca Muerta
el gas y el petróleo (no convencionales) se encuentran depositados en
rocas de baja permeabilidad, el “fracking” o fractura hidráulica,
consiste en la inyección de agua, arena y componentes químicos a alta
presión para fracturar la roca madre y poder extraer los hidrocarburos.
En diciembre pasado, después de negociar
por meses, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, anunció un mega acuerdo con
la estadounidense Chevron para explotar la zona en un plan piloto con
una inversión de mil millones de dólares. Serán explorados 100 pozos a
través del fracking.
Según un estudio firmado por el
ingeniero Víctor Bravo publicado por la Fundación Patagonia Tercer
Milenio, en cada pozo se realizan cerca de 15 fracturas con un uso del
agua de 20.000 metros cúbicos con el agregado de unas 400 toneladas de
productos químicos diluidos.
“La composición de los productos
químicos no es dada a conocer por las empresas, ya que dicen que es un
secreto comercial, pero se supone que son unas 500 substancias químicas:
17 tóxicas para los organismos acuáticos, 38 tóxicos agudos, 8:
cancerígenos probados”, señala el informe.
Además, el escrito agrega que “una de
las mayores preocupaciones de la fracturación hidráulica es la afección a
los acuíferos subterráneos” y remarca que “al fracturar el subsuelo,
existe la posibilidad de que una de las fracturas inducidas alcance un
acuífero, contaminando el agua con los fluidos de fracturación y con el
propio gas de la formación”.
Hasta aquí la información y la denuncia (que no es poco)
Pero lo que más se esconde es la lucha
de nuestro pueblo y su firme posición de no dejar pasar tal aberración
contra el hombre y la naturaleza.
Hace muy pocas horas en la localidad de
Cinco Saltos, en el departamento de General Roca, la intendencia se
vio obligada a aprobar la ordenanza que prohíbe la explotación y
exploración no convencional de gas y petróleo. Cinco Saltos es el primer
lugar en América Latina en donde se conquista tamaña aspiración. En
General Roca y en Cinco Saltos el pueblo ha sido sometido a otras
aberraciones de contaminación y no está dispuesto a dejar pasar esta
imposición de los monopolios.
Treinta y tres mil compatriotas enarbolan las banderas de muchos pueblos de Neuquén y Río Negro
para frenar la embestida del acuerdo estratégico entre YPF y Chevron.
Las instituciones del Estado en esos puntos conflictivos han tenido que
subordinarse a las fuerzas de la movilización y de organizaciones
sociales de todo orden que surgen de la lucha.
Estamos hablando de un poder
paralelo, de nuevas instituciones que se legitimizan desde el
enfrentamiento al Estado de los Monopolios.
En Cinco Saltos al gobierno Nacional y a
los monopolios no se los deja gobernar, se les prohíbe realizar sus
fechorías y quienes no se subordinen a la movilización y protesta se
tendrán que ir.
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