Ése es
el debate que nos quieren meter por la ventana y entonces quienes
defendían ésta frase, los partidarios o no de la discusión, quedaron
expuestos a la estupidez.
Se “olvidaron” de una cosa esencial, este Estado siempre estuvo y está presente.
En todo caso la pregunta que hay que hacerse es ¿a qué clase de la sociedad le pertenece y sirve el Estado? y luego ver qué sector de esa clase dominante usa el Estado para la defensa de su interés mezquino que es la ganancia.
El Estado es de los monopolios
y el sector de la clase dominante hoy presente en este Estado utiliza
el subsidio que es plata que le roban al pueblo para transferir a Edesur
a Edenor y otras, empresas privadas que también fueron favorecidas por
el mismo Estado en la época de Menem. El subsidio a las empresas implica
un “favor del Estado” a muchas empresas que dominan el Estado como las
automotrices, mineras, petroleras, alimenticias que están presionando
para la Estatización del servicio. Es decir, ellos que empujaron a la
privatización en nuestro país, hoy quieren que se “estatice”. ¿Cómo no
van a querer que se estatice si el Estado es de ellos?
Entonces
viene el gobierno “nacional y popular”, que nos sigue metiendo las
manos en los bolsillos a favor del sector dominante de los monopolios ya
mencionados y nos dice: ¡El Estado está presente! Ahora será distinto.
Para
nosotros el Estado siempre estuvo y está presente, con privatizaciones o
con “estatizaciones”, pero lo que ocurre es que nadie dice que este
Estado tiene dueño y le pertenece a la clase burguesa, más precisamente a la oligarquía financiera. Por lo tanto un Estado que está siempre presente intenta garantizar todos sus negocios bajo cualquier condición.
Igualmente
grave es ver que esta clase burguesa es absolutamente incapaz de
resolver los más mínimos problemas. Es decadente, no muestra ni el más
mínimo gesto de capacidad no ya político solamente sino en la resolución
más superficial de problemas que nos aquejan. No es suficiente ya
caracterizarlos como que no pueden… no quieren, no les interesa porque
privilegian sus ganancias y no tienen margen para achicar costos sin
afectar las mismas. Y esto los pone como ineptos, por donde se los mire,
frente a los problemas del pueblo.
El
problema de hoy es que el Estado de los Monopolios para poder dominar a
la clase obrera y el pueblo necesitaría que frente a la ausencia de un
servicio básico como es la electricidad la gente “reclame por teléfono o
con petitorios” pero… la protesta se hace por fuera de la dominación
del Estado. Calles cortadas, movilización, estado deliberativo,
barricadas preparación de nuevas protestas. Por un lado El Estado
“presente” con empresas subsidiadas con la plata del pueblo y por el
otro lado el crecimiento de fuerzas populares encontrando los caminos de
lucha por sus conquistas económicas y políticas y comenzando a resolver
sus propios problemas sin la tutoría de la clase dominante.
La
protesta generalizada por fuera de las instituciones del Estado de los
monopolios no le dará tregua al poder, ya no sólo en el problema de la
ausencia de electricidad en los hogares argentinos, sino
que se extenderá a miles de reclamos por mejores salarios, mejores
condiciones de trabajo, etc. Será un momento de la historia presente de
golpe por golpe. Por un lado el Estado de los monopolios bajo el intenso
fuego de una crisis política provocada por la lucha popular y, por el
otro, el permanente machaqueo de la lucha en búsqueda de una salida
política revolucionaria que ya ha dado sus primeros pasos.
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