La
furia social dominante expresada en las calles de casi todos los
centros urbanos del país producto de la falta de luz, agua y vergüenza
es, junto a la descontrolada inflación de los productos de primera
necesidad y los ajustes que han comenzado a aplicarse en tarifas,
transporte e impuestos, el broche de oro con el que la burguesía y su
gobierno nos hacen cerrar el 2013.
Los
incapaces del gobierno (en todos sus niveles: nacional, provincial y
municipal), en medio del caos social, sólo atinan a armar shows
terapéuticos, mostrándonos su centro de control de las cámaras que nos
vigilan las 24 horas y volando en helicópteros sobre los centenares de
corte de calles de las ciudades. Y proponen “estatizar” las empresas
distribuidoras de energía eléctrica como la salida al drama social
creado por ellos. Ocultando que la misma situación viven miles de
argentinos en lugares en donde las empresas de energía pertenecen al
Estado provincial, como la Epecde
Córdoba, Epe de Santa Fe, o Secheep del Chaco – la energía más cara
del país, al decir del jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich,
exgobernador de la provincia- y, a pesar de ello, no hay agua y luz.
Mientras
tanto los popes empresariales se preparan para el “combate” (sic)
frente a la arremetida de todos los trabajadores que vamos por el 35% de
aumento (como piso) en los salarios.
Todo
anuncia para los próximos meses que la clases populares irán por lo
suyo, que las movilizaciones y luchas sociales, reivindicativas y
políticas ganarán las calles. Y es en este marco que, de la mano de ese
auge, aparece posible una perspectiva de salida de la situación en la
que nos ha puesto la burguesía en el poder. Y es dar pasos de gigantes,
esos pasos que sólo puede dar nuestro pueblo, en la construcción de la
alternativa política, únicamente posible desde la unidad de todos los
sectores populares que despojados de intereses corporativos y miserables
mezquindades en la lucha contra el régimen, nos reconozcamos y
constituyamos una alternativa revolucionaria que termine con el yugo y
la opresión capitalistas a la quieren condenarnos.
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