El
mismo sería automáticamente aplicable a un informe que ha difundido
recientemente la burguesía y que señala que Argentina es uno de los
países con “más alto riesgo de inestabilidad social del mundo”. Este notable galardón surge según un índice que para 2014, elaboró y difundió la revista británica The Economist.
Si
bien todos sabemos los manejos que desde el poder se hacen respecto a
los datos y “evaluaciones” que ellos mismos difunden, algunas
referencias como estas nos muestran en política el profundo grado de debilidad política
en el que se encuentran y cómo ellos mismos ya están abriendo el
paraguas y “avisando a quién corresponda”, que en varios lugares del
planeta lo cosa no da para más y está todo prendido fuego…
“Desde
movilizaciones antirrecortes hasta manifestaciones de la clase media,
tanto en países ricos como pobres, la agitación social se ha
incrementado en el mundo”, se señala en la introducción al listado al que hacemos referencia, que no lo hace un grupo de periodistas trasnochados, sino que es producto de un trabajo que realiza la Unidad de Inteligencia Económica (EIU, por su sigla en inglés), que “mide
la probabilidad de convulsión social en 150 países en todo el mundo, en
base, principalmente, a debilidades políticas e institucionales”. El
mismo núcleo (vinculado a la publicación), realiza con periodicidad
análisis de riesgo de diferentes países, inclusive de industrias, para
las que presta un servicio diferenciado y específico.
Según la publicación, “las razones que propician estas revueltas son diversas pero todas tienen en común la crisis de 2008-2009… la dificultad económica es
una “condición necesaria” para la inestabilidad social o política pero
no es la única”. “Los factores que propician la inestabilidad social
son: inequidad de ingresos,
gobierno endeble, bajos niveles de seguridad social, tensiones étnicas y
antecedentes históricos de disturbios... “Actualmente la erosión de la confianza en los gobiernos e instituciones es el ingrediente de las manifestaciones”…
Yendo a los papeles, este año ubicó a Japón, Suiza y Luxemburgo entre los países con “muy bajo riesgo”, y puso a Australia, Chile, Estados Unidos y Uruguay, entre el grupo de naciones con “bajo riesgo”. Unos 65 países (el 43% de los 150 que mide) tendrán un riesgo alto o muy alto en 2014.
Entre los lugares en situación “más vulnerable” aparece Argentina acompañada entre otros por Bolivia, Egipto, Grecia, Irak y Venezuela. Una de las razones que se señalan fueron “las
protestas que se desencadenaron en estos países en los últimos doce
meses debido a las inequidades sociales y el descontento político”, explicó el informe en la mencionada revista. “Sólo
cuando los problemas económicos son acompañados por otros elementos de
vulnerabilidad, es cuando hay riesgo de inestabilidad. De las
convulsiones sociales recientes aparece como un desencadenante de
particular importancia la erosión de los gobiernos e instituciones: una crisis en la democracia“.
Más allá de cómo se lo utilice desde el punto de vista de su clase, la definición que se hace es toda una pinturita de cuál es la verdadera situación actual de la lucha de clases, y en particular, lo que en esencia está ocurriendo en nuestro país.
Los trabajadores y el pueblo no queremos seguir viviendo de esta manera, y
nos encontramos en una incansable búsqueda de una salida revolucionaria
que nos dé una real perspectiva de dignidad para nuestras vidas.
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