En el último mes
la pequeña localidad de Manzanares, Partido de Pilar, Provincia de
Buenos Aires, ha venido organizándose contra el problema de los robos.
Este pueblo de muy pocos habitantes, donde todos trabajan y se conocen
bien y en donde nunca pasa nada, sufrió una serie de hurtos y robos a
casas que pusieron en acción a la gente. Ya se han realizado dos
reuniones con buena participación de vecinos: la primera, en la estación
de tren donde se hizo venir al comisario a dar explicaciones; la
segunda, enfrente de la comisaría. Por lo caldeados que vienen los
ánimos del pueblo no sorprendería que la tercera reunión se haga adentro
del mismo local policial. A muchos llama la atención que estos hechos
que antes no existían comenzaron a partir del cambio de cúpula en el
destacamento local y en ese sentido es que se lo increpó al comisario.
La respuesta de las autoridades cuál es? No hay recursos.
Pero
queda más que claro para quiénes gobierna el poder político… Los
recursos que se argumentan que no hay para seguridad de la población
están disponibles para reprimir el primer atisbo de conflicto que ponga
en cuestionamiento el poder de los monopolios.
Los
habitantes de Manzanares no comen vidrio. Muchos trabajan en el
lindante Parque Industrial Pilar en donde en los últimos tiempos pudimos
ver el despliegue impresionante de Gendarmería y Policía Bonaerense
para reprimir la lucha de los trabajadores de la empresa Kromberg &
Schubert. Los monopolios de Pilar pusieron toda la carne en el asador
dispuestos a doblegar esta lucha y es acá donde vemos la verdadera cara
de este sistema. La “seguridad” para los monopolios significa seguridad
para los negocios y la explotación y poco importa la realidad que viva
el pueblo en sus barrios.
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