Como no podía ser de otra forma el coro de la burguesía le echó la culpa a los trabajadores, en este caso, a los ferroviarios.
La peor mentira es una verdad a medias y ello es lo que caracteriza a estos “señores” ministros, diputados, senadores y toda la sarta de funcionarios corruptos del sistema parlamentarista.
Nada se habla de las condiciones laborales, nada se habla de cómo se transportan los trabajadores a diario, de la seguridad en su puesto de trabajo, de la inseguridad fuera de él, nada se habla del estado de la educación, de la salud, del medio ambiente. Esos videos no aparecen.
Nada se dice que la base material del sistema capitalista es la ganancia y que ella, en definitiva, es la causa fundamental de “toda culpabilidad”.
Estos funcionarios, corruptos hasta la médula, al estilo Randazzo expresan su odio al trabajador sugieren y expresan a viva voz una supuesta verdad a medias, exponen a un maquinista al escarnio social. ¿Pero acaso no es terrible que usen este hecho como propaganda del poder monopólico en vez de parar esa formación? Nada les importó…..había que “agarrarlos” con la mano en la masa.
Esa es la esencia, es la punta del ovillo de un sistema totalmente anárquico y descalabrado en donde la vida del ser humano no vale para nada. ¡Esto es capitalismo!
Imaginemos una sociedad socialista, un país en donde la clase obrera y el pueblo movilizado, con todo el poder en sus manos, construyan un Estado revolucionario, comenzando al día siguiente de la toma del poder.
Seguramente el concepto del transporte colectivo sería otro, el objetivo central es que el trabajador viaje bien, que la producción industrial de esos medios de transporte ocupe el primer plano de un plan productivo inmediato. Se realizarían en forma inmediata las transformaciones que hoy son abocadas a la anarquía que produce la propiedad privada capitalista .
Estamos en un país en donde se podrían producir trenes, variedad de transporte público, vías férreas... Tenemos el material humano que lo haría posible, tenemos no sólo la ciencia y la técnica sino que, por sobre todo, a aquellos trabajadores que la dominan. En fin un plan productivo, inmediato para salir del caos que genera el sistema capitalista. Porque, de hecho, se produce más de lo que se necesita, mucha basura en función de rentabilidad, productos de muy mala calidad y avasallando el medio ambiente generalizando el colapso en todos los servicios.
Todo lo que se produce está bajo sospecha social. Eso es criminal, no sabemos los componentes de los remedios, de los alimentos, de lo que nos “encajan” para realizar más ganancias, no tenemos garantías de vencimientos truchos de productos, todo se compra y todo se vende, tal como lo hacen “funcionarios” de fuste como Randazzo en favor de laboratorios, petroleras, bancos, automotrices etc.
Una revolución socialista de estas características revertirá el injusto sistema productivo en donde cada vez más trabajadores llegan a sus casas agotados, sin reconocer si quiera el día que transcurre.
Al “señor ministro” le gustó el videíto y le aconsejamos que filme las condiciones en las que centenares de miles de compatriotas viajamos, de cómo perdemos parte de nuestra vida para trasladarnos de un punto a otro de la ciudad por culpa de la anarquía impuesta por unas pocas empresas monopólicas. Son viajes a la “nada” al “sin sentido”, entienda “señor” ministro, estamos con mucha bronca después de lo que usted dijo, seguramente nuestro sentimiento no lo podrá filmar.
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