Lo
hacemos porque día a día la empresa, utilizando todos los recursos, nos
condiciona cada vez más y nos lleva a entender claramente cuál es esa
política empresaria que tiene como objetivo flexibilizar condiciones
laborales para, a costa de los trabajadores, profundizar en sus planes
donde la corrupción y los negociados tengan vía libre. Esta situación se
da en un marco de negociación paritaria donde el “mejor resultado
conseguido” es un aumento del 24%, lo cual claramente baja nuestro
salario ya que un ajuste escalonado de ese porcentaje no se acerca a la
verdadera inflación que han sufrido los productos de consumo básicos.
Nuestras condiciones laborales se ven afectadas desde el momento mismo
que nuestro CCT (Convenio Colectivo de Trabajo) es desestimado
abiertamente por los directivos de la empresa sometiéndonos a los
tripulantes, violando los puntos que tienen que ver con vencimientos,
reprogramaciones sistemáticas, desinformación, generando caos a diario,
incertidumbre e imprevisibilidad en nuestras programaciones y por ende
en nuestras vidas y con esto disciplinarnos para que sólo nos dediquemos
a trabajar sin importar nuestras aspiraciones personales y nuestra
dignidad. Por otro lado, para continuar con sus planes, la empresa trás
el último llamado publicado en los medios de comunicación para
incorporar personal ha transgredido las instancias de aprobación básicas
y ha ingresado directamente a militantes de La Cámpora por encima de
miles de postulantes que sí cumplían con los requisitos, dejando
claramente demostrado que su grado de debilidad política “necesita” de
estas maniobras para infiltrar militantes que les “garanticen” continuar
con los grandes negocios para unos pocos. Hay que hubicar bien el marco
político en el que la burguesía toma este tipo de decisiones, en una
extrema debilidad provocada por la movilización del pueblo en general
que sale al cruce en búsqueda de una vida digna. Necesitan en estos dos
meses que quedan del año avanzar en un ajuste general y saben que ésto
les va a traer más que un dolor de cabeza, porque la lucha de clases se
tensa cada vez más, y por más que se atajen tomando una inisitiva en
algún que otro lugar, el pueblo no les va a dar respiro y no los va a
dejar que lleven, como la oligarquía financiera desea, sus planes. La
movilización de los trabajadores de Aerolineas y Austral es un ejemplo
más dentro de un torrente de luchas en general solapadas, pero que le
están pegando justo en los cimientos y hacen tambalear a la burguesía.
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