“Manifiesto mi firme respaldo a las fuerzas del orden”.
Con esas declaraciones el presidente paraguayo Fernando Lugo, se
anuncia como defensor a ultranza de los intereses de la burguesía, tras
el violento desalojo de campesinos que habían tomado tierras en el
departamento de Canindeyú ubicado a 240 kilómetros de Asunción que dejo
un saldo de 17 personas muertas y un centenar de heridos.
Luego de la orden judicial dictaminada
por el gobierno paraguayo de desalojar a los campesinos que habían
tomado tierras, supuestamente pertenecientes al empresario millonario y
ex senador Blas Riquelme, dueño de importantes cadenas de supermercado y
propietario de gran cantidad de tierras en el Paraguay, se desató el
enfrentamiento, donde la policía tras el intento de desalojar
violentamente el predio, los campesinos se defendieron y respondieron
frente al ataque, donde una ves mas, se lamentan la perdidas de vidas,
siendo esta vez la de 9 campesinos y 7 policías muertos.
Una ves más el estado de los monopolios vuelve a cobrarse vidas de trabajadores, con la utilización de su aparato represivo.
Una vez más el capitalismo vuelve a mostrar su esencia perversa, donde
la burguesía en el poder intenta arrasar a sangre y fuego para defender e
incrementar sus ganancias, sin ningún tipo de escrúpulos contra la
humanidad. En un país, el Paraguay, donde la extrema pobreza, la
corrupción y explotación, están a la orden del día. Para dar solo
algunas cifras oficiales, tras el enorme nivel de concentración de
riquezas, dicen que alrededor de 400 mil familias carecen de tierras
para cultivar, que 2.324.000 personas viven bajo la línea de pobreza,
que el 37,4 por ciento de la población económicamente activa presenta
problemas de empleo (el desempleo abierto llega al 15,9 por ciento y el
subempleo total al 22,1), que la proporción de población analfabeta de
más de 15 años llega al 7 por ciento a nivel nacional (10 por ciento en
el medio rural y 4,5 entre los jóvenes) y que el 58 por ciento de los
habitantes del campo carece de cédula de identidad. Por otro lado, el 1% de la población posee el 80% de las tierras cultivables del país hermano.
Y al igual que en la Argentina, el aumento del precio de la carne y los
productos agrícolas básicos para la alimentación de la población, se
han encarecido enormemente a causa de la producción de soja para el
biocombustible.
En este mismo escenario es donde se da
esta lucha de los campesinos por recuperar una parte de su dignidad,
tomando tierras. Donde en este caso, como dijimos anteriormente,
pertenecen a un empresario millonario con un patrimonio calculado de más
de 90 millones de dólares, dueño de la empresa Fideos Federal, Cadena
de supermercados Real y propietario de una enorme cantidad de tierras
productivas, donde justamente las tierras en conflicto, están ubicadas
en zonas de mayor fertilidad del país.
Ahora sale el gobierno y sus instituciones a denunciar a los campesinos que luchan como violentos y terroristas.
Pero la única realidad es que violento es el sistema capitalista, que
despoja a millones de seres humanos a la pobreza, la marginalidad y la
explotación de los seres humanos.
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