La clase obrera y el pueblo, todos los días se expresan en diferentes movilizaciones por todo tipo de reclamos. Y desde allí, surgen las formas de organizaciones propias que se van generando al calor de la lucha.
Los trabajadores, en las fábricas y centros no fabriles, llevan adelante infinidades de luchas permanentemente. Por reclamos salariales, contra despidos, contra el trabajo tercerizado, etc. Y la organización se da de hecho a través de la metodología determinada para cada tipo de reclamo o lucha, ya sea para organizar el paro, una movilización, una reunión, o un partido de fútbol para conversar de los problemas pendientes. Asimismo, los estudiantes organizan la toma de los colegios, y de qué manera pueden incidir a través de la movilización, frente al intento del gobierno de poner a disposición los planes de estudio para los intereses de la oligarquía financiera. También en este mismo sentido, la población en todo el país ejercita permanentemente diferentes tipos de movilizaciones por variados reclamos en todo el país, contra la megaminería, contra la contaminación; contra la desocupación; contra la inseguridad; contra el aumento de los precios; etc.
En fin, una cantidad enorme de movilizaciones que surgen desde el seno del movimiento de masas, y que ponen a toda la población en una permanente situación deliberativa. Pero que se choca directamente con los intentos de la burguesía y su gobierno, de pretender aislar esas lucha de todas las demás. Y es aquí mismo donde comienza a ser una tarea fundamental la unidad y la organización de todas las luchas en el país.
Muchas veces surge la incertidumbre desde adentro de las fábricas, por poner un ejemplo, de que ¿seremos los únicos que siempre estamos en conflicto? ¿Será que nos tocó el peor sindicato, que nunca nos representa? Expresiones que son producto del aislamiento que impone la burguesía ocultando por todo los medios, lo que realmente pasa en nuestro país.
Pero cuando la clase obrera comienza a reunirse entre diferentes fábricas, o simplemente entre trabajadores, inmediatamente se cae de maduro que la misma situación que se vive en un lugar de trabajo, se vive en otros. Y que si bien la unidad misma dentro de cada lugar de trabajo, es importante para llevar adelante los reclamos, la unidad con otras fábricas y otros trabajadores de diferentes rubros, se hace indispensable para comenzar a experimentar el ejercicio del poder de los obreros como clase.
Hoy cada lucha ya sea pequeña o grande, está dada dentro de un marco de movilizaciones permanentes a lo largo y ancho de nuestro país. Y visto desde ese ángulo, cada lucha es un aporte más al golpe contra los monopolios y sus gobiernos tanto nacional como provinciales, no dejándolos avanzar en sus planes políticos y económicos de explotación, pobreza y saqueo.
Si sólo analizáramos la lucha desde cada lugar de trabajo o desde cada barrio o escuela, veríamos la realidad fragmentada en mil pedazos, y lo que es peor nunca podríamos salir de los marcos económicos y reivindicativos de la lucha. Pero viendo cada movilización dentro de un torrente de luchas de la clase obrera y el pueblo hacia una vida digna nuestra mirada se agiganta y nuestras proyecciones de futuro hacia un cambio revolucionario, se van materializando.
Es por eso que cada movilización genuina que se va desarrollando dentro de los marcos de la autoconvocatoria y que va tomando cada día mas identidad como organización propia de la clase obrera y el pueblo, sin duda, constituye los primeros mojones de las futuras instituciones revolucionarias que se irán instituyendo y perfeccionando al calor de la lucha.
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